Castillo termina su turbulento mandato con un suicidio político
El ahora expresidente peruano Pedro Castillo puso fin ayer a su turbulento mandato al dictar un extemporáneo cierre del Congreso, calificado mayoritariamente como un golpe de Estado, horas antes de que se votara una moción de destitución en el Parlamento que, según todas las cuentas, no iba a prosperar.
Por sorpresa, sin avisar en sus redes sociales o a través de su equipo de prensa, Castillo comenzó la jornada con un mensaje en video transmitido a la nación con las manos temblorosas y al que, durante horas, no se tuvo acceso a través de las redes sociales de la Presidencia.
Mensaje
“Se dictan las siguientes medidas: Disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un Gobierno de emergencia excepcional”, dijo el todavía mandatario.
En el mismo discurso, pidió “convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses”.
También ordenó un toque de queda a nivel nacional a partir de las 22.00 hora local del mismo día.
“Se declara en reorganización del sistema de judicial, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y el Tribunal Constitucional (TC)”, agregó.
Aventura solitaria
Minutos después de su mensaje, su propio Gobierno le dio la espalda.
El primero fue el entonces canciller, César Landa, quien presentó su renuncia y pidió ayuda a la comunidad internacional para frenar las intenciones de Castillo.
“En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del presidente Castillo de cerrar el Congreso de la República, violando la Constitución”, escribió en su cuenta de Twitter.
Y agregó: “Condeno enérgicamente este autogolpe de Estado e invoco a la comunidad internacional a ayudar al reencauzamiento democrático en Perú. Castillo tomó esta decisión sin mi conocimiento ni apoyo”.
Tras la cadena de renuncias de ministros, la vicepresidenta y nueva jefa del Estado, Dina Boluarte, denunció en sus redes sociales que el movimiento de Castillo era un golpe de Estado.
Destitución
Lejos de amedrentarse, el Congreso cerró las puertas del Palacio Legislativo y, ante la impasividad de policías y militares que nunca abandonaron sus cuarteles o comisarías, adelantó el voto de la moción de vacancia (destitución).
Los congresistas coincidieron al calificar como un golpe de Estado la decisión de Castillo y modificaron la idea inicial de la moción de vacancia por “permanente incapacidad moral”, debido a las diferentes investigaciones abiertas contra Castillo por corrupción, al señalarlo directamente por golpe de Estado.
En esas circunstancias, 101 de los 130 congresistas votaron a favor de destituir a Castillo que, en paralelo, abandonó casi en secreto y por la puerta de atrás el Palacio de Gobierno.
Condenas
Mientras se esperaba el resultado de la votación, la fiscal general, Patricia Benavides, condenó “de manera enfática todo quebrantamiento del orden constitucional” que se pueda presentar en su país.
Más lejos fue el presidente el Tribunal Constitucional de Perú, Francisco Morales, quien hizo un llamado por televisión a las FFAA para “restablecer el orden constitucional”.
Detención y reemplazo
Tras la contundente votación, Castillo fue detenido y trasladado a la prefectura de Lima, según pudo conocer Efe, por los policías que lo resguardaban.
Al final de la tarde, la Fiscalía de la Nación confirmó que detuvo al expresidente por la presunta comisión del delito de rebelión y quebrantar el orden constitucional.
Una vez destituido Castillo, Boluarte, quien era aún vicepresidenta, acudió al Congreso para jurar como la primera presidenta de Perú en 200 años de república.
La presidenta juró “por Dios, la patria y la Constitución” y dijo que asume “de acuerdo con la Constitución Política, desde este momento y hasta el 28 de julio de 2026”, cuando termina el actual período de Gobierno.
Preocupación por la crisis peruana
Varios Gobiernos de América y Europa y la OEA rechazaron al unísono las decisiones del ahora expresidente peruano que posteriormente lo llevaron a su destitución y detención.
El mandatario izquierdista, que llegó al poder hace 16 meses, anunció la disolución del Legislativo, dominado por la derecha, pocas horas antes de que los congresistas sesionaran para debatir su salida.
En medio de los acontecimientos, que se sucedieron en pocas horas, los gobiernos de varios países latinoamericanos y de EEUU llamaron a respetar el marco institucional.
Acusan a las “élites”
El presidente mexicano acusó a las “élites económicas y políticas” de Perú de forzar a Castillo a “tomar decisiones” que derivaron en su destitución.
El presidente boliviano destacó que “el constante hostigamiento de élites antidemocráticas contra Gobiernos progresistas, populares y legítimamente constituidos, debe ser condenado por todas y todos”.
Dina Boluarte, primera mujer que preside Perú
La abogada y política de tradición izquierdista Dina Boluarte se convirtió ayer en la primera presidenta de Perú, al jurar al cargo ante el pleno del Congreso, después de que el Parlamento destituyó a Pedro Castillo, acusado de dar un golpe de Estado.
Boluarte, de 60 años y de cuya vida personal no se conocen muchos detalles, fue elegida como primera vicepresidenta de la República en la fórmula del partido marxista Perú Libre, que en 2021 postuló a Castillo a la presidencia, y del cual fue expulsada por diferencias políticas con sus dirigentes.
La flamante mandataria fue ministra de Desarrollo e Inclusión Social desde el inicio del Gobierno de Castillo, el 28 de julio de 2021, hasta fines de noviembre, cuando el escenario político se agravó con la confirmación de que el Congreso iba a someter al expresidente a una tercera moción de destitución por “permanente incapacidad moral”.
Boluarte rechazó la decisión de Castillo de “perpetrar el quiebre del orden constitucional” y añadió que se trató de “un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional” de Perú.