Brasilia se blinda para posesión de Lula; Bolsonaro llora y se va a EEUU
Un inédito y “robusto” operativo de seguridad acompañará mañana la ceremonia de asunción de Lula da Silva en Brasilia, para evitar nuevos actos violentos por parte de seguidores de Jair Bolsonaro que partió a EEUU.
La vasta operación policial que se prepara para mañana y movilizará a unos 15 mil agentes de todos los cuerpos de seguridad del Estado, comenzó a ser desplegada en la avenida Explanada de los Ministerios, donde se concentrará toda la ceremonia de investidura.
El tránsito de vehículos por la avenida fue totalmente prohibido ayer, cuando también se restringió el paso de peatones y comenzaron a ser instaladas vallas en todos los accesos a ese bulevar, que se extiende a lo largo de unos dos kilómetros.
Amenazas
La preocupación de las autoridades está enfocada en amenazas que han surgido en unos radicales grupos de ultraderecha que respaldan al presidente saliente, Jair Bolsonaro, que en las últimas semanas han protagonizado protestas violentas en Brasilia.
Un miembro de esos grupos fue detenido el pasado fin de semana después de que instaló una bomba en un camión cisterna que se dirigía al aeropuerto, donde planeaba provocar la explosión.
Bolsonaro solloza
Ayer, el presidente saliente rompió el silencio en que se había sumergido desde su derrota en las urnas y desalentó a los violentos, aunque pidió a los suyos que mantengan una dura oposición a Lula.
“No vamos a creer que el mundo acaba este 1 de enero” con la investidura de Lula, declaró sollozando en un directo por sus redes sociales, e instó a sus seguidores a “no tirar la toalla ni dejar de hacer oposición”, aunque pidió que sea en forma pacífica.
También fue claro en relación a la violencia. “Nada justifica un acto terrorista”, afirmó.
Caravanas
La Policía Federal informó ayer que vigila algunas caravanas de bolsonaristas que han partido desde diversos puntos del país y se dirigen hacia Brasilia, donde deberán hoy.
Hacia la capital también partieron en los últimos días otras caravanas, pero de simpatizantes de Lula que participarán en el acto de investidura y en una gran fiesta popular, para la que se espera a unas 300 mil personas.
Las autoridades de Brasilia aclararon ayer que “no se permitirá” en esa avenida “ningún acto contrario al nuevo Gobierno” y que quienes deseen protestar contra Lula podrán hacerlo en puntos distantes de la ciudad y predeterminados.
También el domingo se espera que lleguen durante la mañana, unas horas antes de la ceremonia, la mayoría de la veintena de jefes de Estado y de Gobierno que han confirmado su presencia.
Viaje anunciado: “Estoy en vuelo, vuelvo pronto”
El presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, partió ayer rumbo a EEUU, un viaje que ocurre a dos días del fin de su mandato y de la investidura de su rival el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Tras despedirse de sus seguidores en una transmisión en vivo por sus redes sociales, aunque sin mencionar el viaje, Bolsonaro embarcó rumbo al estado de Florida, en el sureste de EEUU, en un avión de la Fuerza Aérea alrededor de las 14:00 locales (13:00 en Bolivia), informaron varios medios brasileños.
La Presidencia de Brasil no respondió a las repetidas consultas de la Afp sobre el viaje y sus motivos.
“Estoy en vuelo, vuelvo pronto”, dijo el mandatario a CNN Brasil.
Bolsonaro se ausentará así de la toma de posesión de su sucesor, algo que no ocurre desde la vuelta de la democracia en Brasil, en 1985.