Deforestación de Amazonía brasileña fue récord en 2022
La Amazonía brasileña perdió 10.267 kilómetros de cobertura vegetal en 2022, una extensión equivalente a la de un país como Líbano, con lo que la deforestación de la mayor selva tropical del mundo alcanzó un nivel récord en el último año de Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
El área de selva en la Amazonía brasileña devastada el año pasado fue un 24,9% superior a la destruida en 2021 (8.219 kilómetros cuadrados) y la mayor desde que el Instituto Nacional de Estudios Espaciales (INPE) comenzó a medir en 2015 las llamadas alertas de deforestación, informó ayer el organismo oficial.
Hasta ahora, el año con mayor deforestación era 2019 (9.178 kilómetros cuadrados), precisamente el primero de gestión del líder ultraderechista, a quien los ecologistas acusan de la actual crisis en la Amazonía por su retórica antiambientalista, su defensa de la minería hasta en las reservas, y por desmantelar los organismos de fiscalización.
Los datos divulgados ayer son medidos por el Deter, un mecanismo que utiliza imágenes de satélite para alertar mensualmente y en tiempo real sobre áreas amenazadas en la Amazonía pero que son menos precisos que los del Prodes, herramienta que el INPE utiliza para calcular la deforestación y cuya divulgación es anual.
Las organizaciones ecologistas ya habían advertido que la destrucción crecía a un ritmo récord en los últimos meses de 2022 ante la expectativa de que Bolsonaro sería derrotado.
El nuevo presidente de Brasil, Lula da Silva, prometió que una de las prioridades de su Gobierno será volver a reducir al mínimo la deforestación en la Amazonía.