Maduro revela el golpe de la crisis de hace 5 años
Unos 10 millones de personas pasaron hambre en Venezuela en 2017, uno de los peores años de la crisis económica, cuyos indicadores oficiales se desconocen en su mayoría, salvo algunos revelados recientemente por el Gobierno en su intento por mostrar mejoras en la situación, sin que quede claro cuán hondo rasgaron los daños de un septenio de recesión.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció este mes, a modo de victoria, que el déficit nutricional se ha reducido hasta el 7,7 por ciento —como cerró en 2022—, una cifra alentadora si se compara con 2017, cuando el 35,6 por ciento (unos 10 millones de personas) padecía falta de nutrientes o, en otras palabras, estaba mal alimentado.
Este problema, según Maduro, ha sido “una de las heridas más lacerantes y dolorosas” de la crisis, pero no es la única ni la peor, si se confía en las alarmas publicadas por las organizaciones humanitarias, que dieron cuenta de la pobreza extrema en que vivió y, en menor medida, sigue viviendo la mayoría de la población.
Durante la rendición de cuentas anual, presentada el jueves pasado ante el Parlamento, el mandatario rompió el silencio que caracteriza a su Gobierno y habló sobre economía y alimentación al presentar indicadores que comparó con años anteriores para demostrar la mejoría alcanzada, lo que desnudó la severidad de la crisis con datos extemporáneos pero inéditos.
Maduro celebró que el consumo de proteína se incrementó en 2022 y es hoy una realidad en el 78,3 por ciento de los hogares de Venezuela, una mejora frente a cinco años antes, cuando apenas la mitad de la población, según los mismos datos, podía acceder a alimentos como la carne, mientras los supermercados estaban vacíos.