Economía de Argentina perdió impulso en 2022
La actividad económica de Argentina logró crecer el año pasado un 5,2%, muy por debajo de la fuerte recuperación registrada en 2021, y enfrenta pronósticos de mayor enfriamiento para este año, dados los persistentes desequilibrios que aquejan a ese país.
La actividad económica se desaceleró el año pasado en forma notable respecto de los niveles de crecimiento del 10,4% en 2021, y con un deterioro que, además, se ha acentuado en la recta final de 2022.
Según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el estimador mensual de la actividad económica, que sirve como anticipo provisional para medir la variación trimestral del producto interno bruto (PIB), se contrajo 1% en diciembre respecto de noviembre y encadenó así cuatro meses en bajada.
El indicador, además, registró en el último mes de 2022 una contracción interanual del 1,2%, poniendo fin a una seguidilla de 21 meses en positivo y profundizando la desaceleración que ha dominado el último cuatrimestre del año pasado.
El informe del Indec revela que, de 16 actividades incluidas en el indicador, 10 sectores productivos lograron mejoras interanuales en diciembre pasado, pero los importantes sectores de la agricultura y la ganadería (-18%), la industria (-2,1%) y el comercio (-1,1%) tuvieron un desempeño muy negativo.
La economía argentina ha perdido vigor, fundamentalmente desde mediados del año pasado, producto de un contexto internacional complejo y de sus propios desequilibrios no resueltos —déficit fiscal, reservas monetarias limitadas, distorsiones cambiarias, elevadísima inflación— profundizados por las tensiones políticas internas.