Grupo paramilitar ruso asegura que ya controla la parte este de Bajmut
El grupo paramilitar ruso Wagner aseguró que sus unidades capturaron la parte oriental de Bajmut, la ciudad ucraniana epicentro de los combates en la región del Donbass, cuya caída dejaría el "camino abierto" a Moscú en el este de Ucrania, según advirtió el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
"Las unidades de Wagner tomaron toda la parte oriental de Bajmut, todo lo que está al este del río Bajmutka", afirmó Yevgueny Prigozhin , jefe del grupo, en una grabación divulgada por su servicio de prensa.
Prigozhin había afirmado el lunes que en Bajmut -clave para avanzar con la ofensiva rusa- permanecían aún entre 12.000 y 20.000 soldados ucranianos, que ofrecen una férrea resistencia a las fuerzas rusas.
En su último informe publicado el martes, el Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos estadounidenses, indicó que las tropas rusas "seguramente" habían capturado la parte oriental de la ciudad tras una "retirada controlada" de los ucranianos.
Zelenski, que había ordenado el envío de refuerzos a esta localidad, aseguró que sus tropas estaban decididas a defender esta localidad.
"Tuve una reunión con el jefe de gabinete y los comandantes militares (...) y todos dicen que debemos permanecer firmes en Bajmut", aseguró el mandatario ucraniano en una entrevista a la CNN difundida este martes.
"Por supuesto, debemos pensar en las vidas de nuestros soldados, pero debemos hacer lo que podamos mientras obtenemos armas, suministros y nuestro ejército se prepara para la contraofensiva", explicó.
Las tropas rusas "podrían llegar a Kramatorsk, podrían ir a Sloviansk, sería un camino abierto para los rusos después de Bajmut", advirtió.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, admitió este miércoles que la ciudad ucraniana podría caer en manos de las tropas rusas "en los próximos días", pero matizó que esa eventual caída "no necesariamente refleja un punto de giro en la guerra, aunque pone de relieve que no debemos subestimar a Rusia y debemos continuar nuestro apoyo a Ucrania", citó la agencia de noticias Europa Press.
Paralelamente, un informe de la inteligencia británica señala que las Fuerzas Armadas rusas se encuentran ante un "dilema" sobre cómo proceder en la región de Donbass a la hora de llevar a cabo futuras ofensivas.
Según el informe, actualmente los altos cargos del Ejército deben decidir si seguir adelante con otra ofensiva en Vugledar o concentrar sus fuerzas para sacar adelante nuevos ataques que les permitan hacerse con el control completo de otras ciudades clave como Bajmut o Kremina.
Existe la posibilidad de que Moscú considere que un nuevo ataque en la zona de Vugledar sea "clave" para lograr "objetivos significativos" que le permitan romper la línea de frente ucraniana, pero esta decisión se ha complicado recientemente a medida que los ataques en torno a esta zona han fracaso durante el invierno, según sostuvo el Ministerio de Defensa británico en un comunicado.
La inteligencia británica plantea que existe una "disputa" entre el Ministerio de Defensa y el grupo Wagner, cuyos milicianos están ganando peso en el marco de la contienda.
La batalla en Bajmut es la más larga y más sangrienta de esta guerra iniciada en febrero de 2022.
Conocida durante décadas como Artiomovsk y aún llamada así en Rusia, la ciudad tiene un valor estratégico cuestionable, y su control adquirió gran importancia simbólica y táctica ante las enormes pérdidas de ambos lados.
Moscú busca una victoria emblemática que compense los reveses del otoño boreal y le despeje el camino hacia la parte de la cuenca del Donbass, la región industrial que es actualmente el principal teatro de operaciones de la guerra, y que Rusia no logra controlar en su totalidad.
"Esta ciudad es un importante centro de defensa para las tropas ucranianas en el Donbass. Capturarla permitirá nuevas operaciones ofensivas", dijo el martes el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu.
El asalto ruso está encabezado por las tropas de Wagner a costa de enormes pérdidas, reconocidas por el mismo Prigozhin, que acusa a la jerarquía militar en Moscú de no suministrar municiones a sus hombres.
En las últimas semanas, las fuerzas rusas parecen haber realizado paulatinos avances y controlar los accesos norte, sur y este de esta antigua ciudad industrial.