Autor de matanza de testigos de Jehová, con mentalidad apocalíptica y paranoica
Los detalles que se van conociendo sobre el autor de la matanza de testigos de Jehová en Alemania dibujan un hombre de personalidad inquietante, quien escribió un libro de tintes apocalípticos y mostraba señales de paranoia.
¿Quién es el hombre que la policía identificó como Philipp F., de 35 años, extestigo de Jehová que mató a siete personas de su antigua comunidad el jueves por la noche en Hamburgo y después se suicidó?
Según la prensa alemana, nadie parece conocerlo en el vecindario de su modesto apartamento, un edificio gris en la zona occidental de esta ciudad del norte de Alemania.
En su página web personal y en su cuenta LinkedIn, que la AFP pudo consultar, se presenta como un empresario con éxito, detrás de una dirección de un barrio acomodado del centro, un simple apartado de correos, según el semanario alemán Spiegel.
En la web propone servicios de asesoría y de dirección general en “control de gestión, finanzas y contabilidad”, por una remuneración exorbitante de 265 mil dólares al día.
La página profesional está llena de referencias a la Biblia y al fútbol.
En ella, Philipp F. habla de temas dispares, entre el cese de los motores de combustión y la “maximización de la felicidad de la vida de los seres humanos y los animales”.
En uno de sus numerosos comentarios proféticos, prevé “un gran cambio en la arquitectura del mundo en que vivimos” y de la del cielo “donde viven personas fantasmas”.
También promociona un libro autopublicado en Amazon, “La verdad sobre Dios, Jesucristo y Satán”.
En el libro, que Amazon retiró de su plataforma pero que Spiegel y otros medios alemanes pudieron leer, escribió que atravesó “un viaje personal al infierno que duró más de tres años” y que existe un “gobierno celeste superior” con 101 millones de seres espirituales.
El texto califica la pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania como castigos divinos.
Ante el temor a una tercera guerra mundial, Philipp F. desarrolló un discurso prorruso y misógino, según Der Spiegel.
Según sus propias informaciones, fue educado en el seno de una familia evangélica “estricta”. Un incidente lo llevó a sentir la necesidad de espiritualidad.
Soltero, perdió su trabajo como empleado en 2020, desde entonces se presentaba como asesor financiero.
Ministra: Cada vida cuenta
La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, subrayó ayer, en el segundo Día Nacional de Conmemoración de las Víctimas de la Violencia Terrorista, que “cada vida cuenta” y llamó a combatir el odio hacia otras personas y abrir los ojos ante los procesos de radicalización.
“En su fanatismo, los terroristas creen que sus víctimas no cuentan para nada. Se equivocan. Cada persona cuenta”, dijo la ministra en un comunicado.
Resaltó la importancia de “mantener viva la memoria de cada persona que fue víctima”.