Una disidencia de las FARC pone en jaque a todo un municipio colombiano
El municipio colombiano de Cartagena del Chairá, en el departamento sureño de Caquetá, vive horas de zozobra por las acciones de una disidencia de las FARC, que incluso ordenó apagar las antenas de comunicación y dejó aislada al 80 % de la población.
"Es inadmisible que haya procedimientos como estos que las organizaciones ilegales vienen desarrollando", expresó el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien trabaja con el jefe de la cartera de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Mauricio Lizcano, para restablecer las comunicaciones.
"Nuestro compromiso es restablecer condiciones de seguridad en el departamento de Caquetá, hacia ello va dirigida nuestra acción", agregó sobre ese municipio situado dos horas y media por carretera de Florencia, la capital departamental.
El municipio de unos 35.000 habitantes también amaneció este jueves con pancartas en las que el Frente Rodrigo Cadete de las disidencias dicen: "Lograremos el triunfo que tanto deseamos como colombianos y colombianas luchadores y forjadores de una sociedad y un futuro".
Igualmente, otra dice "Desde 1964 hemos forjado un sendero para establecer un nuevo modelo del poder", al tiempo que invitan a los pobladores a unirse a las "filas guerrilleras".
"Ya no es una situación de incumplimiento o cumplimiento de las reglas del cese el fuego bilateral con las distintas estructuras armadas irregulares, estamos hablando de una infracción y una violación flagrante al Derecho Internacional Humanitario y al sistema de los Derechos Humanos", lamentó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Además, esta semana fue asesinado un operario de la compañía Claro que estaba, según el alcalde de Cartagena del Chairá, Edilberto Molina, trabajando en el mantenimiento de las antenas de comunicación.
DENUNCIAS DEL ALCALDE
El alcalde Molina denunció que este jueves la situación de seguridad sigue "igual o peor" que el miércoles.
"Hoy hay más miedo, más nerviosismo, más incertidumbre en la comunidad. Estamos sin comunicación, con asesinatos, con extorsiones, con el municipio con vallas alusivas a estos grupos al margen de la ley. Creo que de aquí no sé qué más pueda pasar", expresó el funcionario a Noticias Caracol.
Molina aseguró que siente "un gran temor" y le pidió al presidente colombiano, Gustavo Petro, que no permita que lo asesinen.
"Se ha perdido la institucionalidad en nuestro municipio, no tenemos autoridad, pareciera un pueblo sin Dios y sin ley... Las disidencias de las FARC están en las calles principales con estas vallas", dijo.