Los ucranianos piden a sus aliados más urgencia para ayudarles a detener a Rusia
Frustrados por la falta de urgencia, los ucranianos piden a Estados Unidos y a otros socios un apoyo más decidido a la nación invadida, en medio de retrasos de la ayuda militar y financiera y ante la intensificación de la presión rusa en la línea del frente y los ataques contra zonas residenciales.
La reciente oleada de ataques rusos con drones y misiles ha puesto de relieve la limitada capacidad de Ucrania para desbaratar los preparativos de su enemigo, causada en gran medida por la excesiva y miope cautela de sus socios extranjeros, señalan varios comentaristas.
"Es muy importante para nosotros obtener finalmente el permiso de nuestros socios para utilizar las armas que nos proporcionan contra instalaciones militares en territorio ruso", subraya a EFE el analista militar Oleksandr Kovalenko.
Al destruir allí centros logísticos, almacenes y bases militares, Ucrania podría socavar significativamente la capacidad de Rusia de continuar su presión en la línea del frente, argumenta el experto.
Ucrania también podría limitar los mortíferos ataques con misiles y drones al poder destruir los lanzamisiles rusos S-300 e Iskander, así como golpear algunos aeródromos y almacenes de misiles utilizados por Rusia para atacar zonas residenciales.
Excesiva cautela y falta de claridad de los aliados envalentonan a Rusia
Ucrania también sufre la reticencia de Alemania y Estados Unidos para suministrarle misiles Taurus y más ATACMS de largo alcance, que ayudarían a minar aún más la logística rusa y evitarían más muertes de ucranianos.
En su lugar, ha recibido "excusa tras excusa" de por qué no se puede hacer, argumenta Kovalenko.
"Rusia percibe esto como una debilidad, que sólo le incita a continuar su baño de sangre en Ucrania", subraya.
Según él, Rusia sólo entiende "el lenguaje de la fuerza", mientras que Occidente "hace mucho menos de lo que es capaz".
"Hasta ahora, Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania lo que necesita para evitar una derrota, pero no lo que necesita para ganar", subraya a su vez a EFE Oleksí Melnik, del Centro Razumkov, con sede en Kiev.
Los insuficientes y lentos suministros de armas dificultaron las posibilidades de éxito de la contraofensiva ucraniana del verano, afirma el experto.
La frustración se suma al hecho de que en los años posteriores a su independencia en 1991, Ucrania renunció no sólo a las armas nucleares, sino también a sus misiles balísticos y bombarderos estratégicos, bajo la presión de Estados Unidos.
Todo lo que recibió a cambio fueron declaraciones vacías y ninguna garantía de seguridad importante, escribe por su parte Mikola Bielieskov, analista de la fundación "Come Back Alive" (Regresa vivo).
Esta decisión resultó "desastrosa" una vez que Rusia se recuperó de la disolución de la URSS, señala.
Como resultado, mientras Rusia ha empleado supuestamente misiles balísticos norcoreanos y lleva más de un año lanzando cientos de drones Shahed iraníes, Ucrania dispone de menos medios para defenderse y no recibe ayuda adecuada de sus socios en el extranjero, sostienen los expertos consultados.
Luchar contra una amenaza común
Detener al presidente ruso, Vladímir Putin, debería ser una prioridad para la coalición que respalda a Ucrania, ya que Rusia no sólo amenaza a Ucrania, sino que trabaja para crear un nuevo "eje del mal", subrayó recientemente a EFE Yuri Ignat, portavoz de las Fuerzas Aéreas de Ucrania.
Por ahora, a pesar de la abrumadora superioridad de Occidente sobre Rusia en términos de poderío económico, incluso el mantenimiento de los actuales niveles de apoyo pende de un hilo.
La prestación de ayuda militar por parte de Estados Unidos está bloqueada actualmente por los republicanos en el Congreso, mientras que el apoyo financiero de la Unión Europea (UE) también es incierto debido a la oposición de Hungría.
El Ejército ucraniano ya ha tenido que reducir algunas operaciones debido a la escasez de munición, después de que la UE no entregara a tiempo el millón de proyectiles de artillería prometido.
Los ucranianos no piden a nadie que luche por ellos, subrayó recientemente el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitró Kuleba, pero necesitan "la ayuda oportuna y adecuada" para poder repeler la agresión rusa.
No se trata de "una cuestión de recursos", subrayó, "sino de que Occidente crea en sí mismo y defina un objetivo claro de victoria sobre el enemigo que nos amenaza a todos".