Piden en la cumbre de la ONU en Kenia más multilateralismo ambiental y menos distracciones
El mundo necesita más multilateralismo ambiental frente a guerras o procesos electorales que distraen a los gobiernos de dedicar más recursos a resolver las crisis ecológicas que amenazan al planeta, afirmó hoy en Nairobi la presidenta de la VI Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente (UNEA-6), Leila Benali.
"Nos estamos reuniendo en 2024 en un momento de varias crisis", afirmó Benali, ministra de Transición Energética de Marruecos, en una rueda de prensa en la primera jornada de la UNEA-6, principal organismo de toma de decisiones ambientales del mundo.
El foro, que se celebra hasta el próximo viernes en el complejo de Naciones Unidas en la capital de Kenia, abordará la "triple crisis planetaria" (cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación) en una "encrucijada" en la que convergen varios "puntos de inflexión", advirtió la ministra.
"Estamos siendo testigos de una serie de guerras y conflictos, algunos de ellos con importantes implicaciones internacionales. Esto a veces distrae a los gobiernos y a las principales partes interesadas de dedicar tiempo y recursos a las cuestiones más urgentes relacionadas con el medioambiente", enfatizó.
Este año, advirtió, "el 50 % de la población mundial elegirá a sus líderes", lo que "puede dar paso a algunos movimientos populistas en algunas partes del mundo y también distraer a los gobiernos" de centrarse en adoptar "una agenda ambiental exitosa".
En ese contexto, la presidenta de UNEA-6 abogó por "restaurar la confianza en el multilateralismo" para responder a los desafíos medioambientales globales.
La ministra fue preguntada si la posible vuelta de Donald Trump, un conocido escéptico del cambio climático, a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre próximo en Estados Unidos puede sovacar ese llamamiento a la acción multilateral.
"Sea quien sea elegido, esperamos que tenga en cuenta el hecho de que estamos juntos en esto (la lucha medioambiental)", respondió, sin aludir directamente al expresidente estadounidense.
También defendió la vía multilateral para atajar los retos ecológicos la directora ejecutiva del Programa de la ONU para el Medioambiente (PNUMA, con sede central en Nairobi), Inger Andersen.
"El multilateralismo ambiental mundial está vivo. Funciona. Y llegó para quedarse", subrayó Andersen en su discurso en la sesión plenaria de apertura de la UNEA-6.
"Es muy importante que todo el mundo apoye las medidas en favor del medio ambiente", dijo la directora en la rueda de prensa, al recordar que "nadie en este planeta es inmune" a los efectos de la "triple crisis planetaria".
La UNEA-6 congregará en Nairobi a más de 5.000 representantes de gobiernos, la sociedad civil y el sector privado, incluidos 150 ministros y viceministros, de más de 180 países registrados para la ocasión, según el PNUMA.
Entre los asistentes a la Asamblea, que incluye a los 193 Estados miembros de la ONU, figuran cinco jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente de Kenia, William Ruto, que participarán en el segmento de alto nivel, previsto el 29 de febrero y el 1 de marzo.
En la sexta sesión desde el lanzamiento de la Asamblea en 2014, los países considerarán unas 19 resoluciones que abarcan retos como detener la desertificación, contrarrestar la contaminación del aire o limitar la polución química.
Las resoluciones de la UNEA no son legalmente vinculantes, pero se consideran un primer paso importante en el camino hacia acuerdos ambientales globales y la formulación de políticas nacionales.
La Asamblea llega, según el PNUMA, en un momento "crítico" para el planeta, pues el cambio climático se está intensificando, un millón de especies se dirigen a la extinción y la contaminación sigue siendo una de las principales causas de muerte prematura en el mundo.
Este año se cumple el décimo aniversario de la UNEA, que en el pasado desempeñó un papel fundamental en la configuración de la política ambiental global.
La V Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente (UNEA-5) hizo historia en 2022 en Nairobi, donde aprobó una resolución para empezar la negociación del primer tratado global contra la contaminación plástica.