La región peruana de Ica sufre seis sismos en poco más de tres horas, sin reportes de daños
La región de Ica, en el sur de Perú, fue sacudida por seis sismos en poco más de tres horas entre la noche del miércoles y la madrugada de este jueves, el mayor de ellos de magnitud 5,6 y sin que hasta el momento se reporten daños personales o materiales.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP) informó que el primer movimiento telúrico se registró a las 21.39 horas del miércoles (02.39 GMT del jueves), con epicentro de 80 kilómetros al suroeste de Ica y magnitud 4,4.
El segundo temblor de tierra se sintió a las 22.30 horas (03.30 GMT del jueves) y alcanzó una magnitud de 4, con epicentro a 165 kilómetros al oeste de la ciudad costera de Marcona.
A las 23.59 horas (04.59 GMT) se reportó un tercer sismo, de magnitud 4,6 y con epicentro a 54 kilómetros al suroeste de Ica, ya las 00.02 hubo otro movimiento, de magnitud 4,3 con epicentro a 84 kilómetros al suroeste de la región.
La cadena de sismos siguió a las 00.13 horas, con otro de magnitud 5,6 y epicentro a 78 kilómetros al suroeste de Ica, tras lo cual se informó que a las 00.55 se produjo un sexto temblor de tierra, de magnitud 4 y con epicentro a 79 kilómetros al suroeste de Ica.
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) informó en la red social X que el sismo de magnitud 5,6 "fue percibido leve por la población" y que no se reportaron daños en la zona, aunque se continuaba con la supervisión en los lugares vulnerables.
Pidió, además, a la población de Ica, cuya capital se encuentra a poco más de 300 kilómetros de Lima, "mantener la calma y seguir las recomendaciones" del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).
Perú está ubicado en una región conocida como el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se produce más del 80% de la actividad sísmica mundial.
El último terremoto devastador en el país se produjo frente a la ciudad costera de Pisco en agosto de 2007, cuando un movimiento de magnitud 7,9 golpeó a esa localidad y toda la región de Ica, con un saldo de más de 500 fallecidos, así como pérdidas millonarias en infraestructuras y viviendas.