Una veintena de muertos en ataques israelíes sobre campos de desplazados al oeste de Rafah
Más de 20 personas murieron la tarde del martes en varios ataques de artillería del Ejército israelí sobre campamentos de desplazados en barrios en el oeste de Rafah, como Tal al Sultan o Mawasi, zonas supuestamente seguras donde Israel no ha ordenado todavía la evacuación de población civil.
La artillería ha atacado con intensidad en esta zona sin previo aviso del Ejército israelí, cuyos tanques ya han penetrado en el centro de Rafah, a las puertas del barrio occidental de Tal al Sultan, en su avance por el interior de la ciudad, según pudo constatar EFE.
En un campo de desplazados de Tal al Sultan, el impacto de un misil y el incendio posterior mataron la noche del domingo a 45 personas, tras un ataque del Ejército israelí dirigido contra dos altos cargos de Hamás, algo ampliamente condenado por la comunidad internacional y que Israel consideró un "trágico percance".
Está previsto que el Ejército anuncie en las próximas horas las conclusiones de una investigación sobre ese ataque, que según dicen se hizo con todas las precauciones para evitar daños a la población civil no involucrada.
"Ha sido una de las noches más duras y terroríficas desde que empezó la ofensiva en Rafah", dijo un desplazado en Tal a Sultan a EFE.
Durante la madrugada, la artillería israelí también atacó en las proximidades de los almacenes de UNRWA (Agencia de la ONU para los refugiados palestinos) en el centro de Rafah, causando 7 muertos y 15 heridos, según fuentes médicas palestinas.
Además 13 gazatíes murieron horas después en otro bombardeo a las puertas del hospital de campaña americano, entre Rafah y Jan Yunis, al sur de la Franja.
Israel inició su operación militar en Rafah el 6 de mayo, y desde entonces más de un millón de personas han huido de la misma, que antes albergaba a unos 1,4 millones de desplazados.
La comunidad internacional pidió a Israel no invadir la ciudad para evitar una catástrofe humanitaria, pero el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió en que era imprescindible para ganar la guerra, ya que allí quedaban cuatro batallones de Hamás.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, más de 36.000 personas han muerto en la Franja desde el comienzo de la guerra, y más de 81.000 han resultado heridas.