La izquierda no da señales de avanzar para designar un candidato único a primer ministro
La alianza de partidos de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), que ganó las legislativas del domingo, aunque a gran distancia de la mayoría absoluta, no ha dado este miércoles señales de haber avanzado en la designación de un candidato de consenso a primer ministro de Francia.
Aunque las fuerzas que integran el NFP se han dado hasta finales de esta semana para ponerse de acuerdo, el baile de posibles nombres ha añadido incertidumbre en un país que amenaza con caer en la parálisis institucional si no logra un gobierno estable.
Clémence Guetté y Manuel Bompard (ambos de La Francia Insumisa, LFI), Marine Tondelier (ecologistas), Olivier Faure (líder de los socialistas, que se propuso él mismo), Boris Vallaud (presidente del grupo socialista en la Asamblea Nacional) o los disidentes del LFI Clémentine Autain y François Ruffin figuran en las quinielas.
De momento, ninguno ha generado consenso ni siquiera en el propio campo del progresismo, en el que el LFI, con 75 diputados, lleva la voz cantante, aunque seguido de cerca por el Partido Socialista (PS), con 65.
Mientras, el responsable de nombrar oficialmente al primer ministro, el presidente francés, Emmanuel Macron, tampoco ha dado pistas sobre sus preferencias.
Macron buscará un primer ministro que sea lo suficientemente consensual para que no sea tumbado a las primeras de cambio en una moción en la Asamblea Nacional.
"Hace tres días que sabemos los resultados de las elecciones y el hombre que disolvió la Asamblea (Macron) no ha llamado a nadie. Y no hay ningún interés para que se empiece a resolver la situación", criticó desde Bruselas Jean-Luc Mélenchon, el líder espiritual del contestatario LFI y figura controvertida en la política francesa.
Según la tradición parlamentaria, el jefe de Gobierno debería salir de las filas del grupo político mayoritario, en este caso el NFP, que, con 182 escaños, supera a la coalición centrista de Macron (158) y al ultraderechista Agrupación Nacional (RN, en francés) y sus aliados del disidente derechista Éric Ciotti, que juntos suman 143.
Marine Le Pen, líder parlamentaria
Este miércoles le tocó a los diputados del RN acreditarse en el Palacio Borbón, sede de la Asamblea Nacional francesa.
Marine Le Pen -quien prepara su candidatura a las presidenciales de 2027, tras haberse presentado en 2012, 2017 y 2022- fue, como era esperado, elegida como líder parlamentaria del RN.
A su llegada a la Cámara Baja en medio de un enjambre de cámaras, Le Pen achacó la derrota de su formación, que presentaba a Jordan Bardella como candidato a primer ministro, a "una maniobra" de parte de la izquierda y del macronismo, en alusión al cordón sanitario levantado contra la ultraderecha en la segunda vuelta.
"La Asamblea Nacional debe ser el reflejo de la representación del conjunto de los franceses. Eso no ocurre ahora. Llegará en el futuro. Ahora lo que tenemos es un barrizal", lamentó la dirigente, cuya campaña presidencial de 2022 está siendo investigada en Francia por supuesta financiación ilegal.
Críticas a Philippe por una cena con Le Pen
El centro macronista -el gran perdedor de los comicios, al dejarse cerca de 100 escaños, pero aún clave en la formación de un gobierno- ha vuelto a recordar las líneas rojas que no aceptarán sobrepasar.
"Si hay un solo ministro del LFI tumbaremos ese ejecutivo inmediatamente", alertó este miércoles a los periodistas la ministra saliente de Igualdad, Aurore Bergé, del ala más derechista del partido de Macron, Renacimiento.
En la misma línea se pronunció Laurent Wauquiez, el recién designado líder parlamentario de la derecha clásica de Los Republicanos (LR), que tiene 68 diputados sumando a sus aliados.
"No habrá alianza con el Nuevo Frente Popular, que representa una amenaza al laicismo", aseguró Wauquiez, quien abogar por excluir tanto el RN de Le Pen como el LFI de Mélenchon.
Este miércoles también estuvo marcado por la polémica cena entre Édouard Philippe -exprimer ministro y aliado de Macron- con Marine Le Pen. Desvelado por 'Libération', este encuentro se produjo a finales de 2023, pero solo se dio a conocer esta misma semana.
"Es cierto, hemos cenado juntos, porque nos conocíamos poco. Hemos podido constatar cómo son de profundos nuestros desacuerdos", se justificó Philippe, líder del pequeño partido 'Horizontes' y posible candidato a las presidenciales de 2027, a las que Macron no se puede presentar.
Sin embargo, una buena parte del centrismo no ha logrado ocultar su malestar por la celebración de una cena mantenida, hasta ahora, en secreto y que ha dado lugar a diferentes interpretaciones.
"Édouard Philippe cena con quien le apetece, pero yo no habría cenado con Marine Le Pen", manifestó el ministro de Interior, Gérald Darmanin, otro posible candidato a las presidenciales de 2027.