Unilever planea recortes de hasta 3.200 empleos en Europa para finales de 2025
La multinacional británica Unilever, Propietaria de conocidas marcas como los helados Ben & Jerry o los jabones Dove, planea recortar hasta 3.200 puestos de trabajo en Europa para finales de 2025 en un intento de que el negocio sea más productivo.
El gigante de bienes de consumo reveló a principios de este año que preparaba recortes de alrededor de 7.500 puestos de trabajo, lo que equivale a aproximadamente un 6 % de su fuerza laboral global.
Los detalles de esos planos, compartidos con el diario económico Financial Times (FT), que publica hoy, emergen ahora al tiempo que la compañía ha iniciado un proceso de consulta con su personal.
Al parecer, según el citado diario económico, Unilever dijo a los ejecutivos más sénior el pasado miércoles que esperaba acometer una reducción neta de entre 3.000 y 3.200 puestos de trabajo en Europa para finales de 2025.
Según esto, se espera que esa reducción afecte principalmente a los empleados de la compañía. a puestos de oficina más que a las de fábricas del grupo, lo que incluye ubicaciones como las localidades inglesas de Gloucester y Burton, en el Reino Unido.
El grupo emplea actualmente a unos 128.000 trabajadores en países de todo el mundo, entre ellos 6.000 en el Reino Unido, y su sede global se encuentra en el barrio londinense de Blackfriars.
"Reconocemos la significativa ansiedad que estas propuestas están ocasionando entre nuestra gente", dijo un portavoz del grupo citado por el FT, que aseguró asimismo que la empresa está "comprometida a apoyar a todo el mundo" a lo largo de estos cambios durante el proceso de consulta.
Unilever, que agrupa a varias marcas conocidas como Cornetto, Marmite, Dove o Persil, dio a conocer sus planes por primera vez el pasado marzo, cuando explicó que quería convertirse en una empresa más productiva.
La compañía confía en ahorrarse alrededor de 800 millones de euros a lo largo de los próximos tres años.
Según el FT, Unilever ha revelado que casi todas las ubicaciones en oficinas europeas resultarán igualmente afectadas, pero de manera particular los centros corporativos en Londres y Rotterdam.