Hizbulá e Israel, enzarzados tras 10 meses de tensión
El grupo chií libanés Hizbulá e Israel volvieron a protagonizar una intensa jornada de enfrentamientos, cuando se cumplieron ayer 10 meses del inicio de su fuego cruzado y con ambos países conteniendo el aliento a la espera de una respuesta al ataque israelí de la semana pasada contra las afueras de Beirut. Hizbulá todavía no ha lanzado su prometida venganza por el bombardeo israelí que el 30 de julio mató a su máximo comandante, Fuad Shukr, y, por el momento, se limita a continuar con sus ataques diarios contra el norte del país vecino, que este martes ha sumado ya ocho.
El movimiento chií reivindicó, entre otros, dos lanzamientos de misiles de alto calibre tipo ‘Burkan’, presuntamente con capacidad para portar ojivas de hasta media tonelada, y otro de varias andanas de cohetes.
“Los combatientes de la Resistencia Islámica lanzaron andanadas de cohetes ‘Katyusha’ contra plataformas del (sistema de defensa antiaérea) ‘Cúpula de Hierro’, búnkeres de artillería enemigos y un despliegue de vehículos en el área de Khirbet Manot, en la Galilea oriental ocupada”, detalló Hizbulá en una de las notas.
Según explicó, ese lanzamiento fue en respuesta a un ataque israelí previo contra la aldea de Doueir, en el sur del Líbano, donde ayer las fuerzas israelíes volvieron a lanzar una serie de bombardeos en diferentes puntos, informó la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN).
El Ejército israelí confirmó que de madrugada atacó “sitios de infraestructura” de Hizbulá en al menos tres áreas del sur del país vecino.
Los temores a una escalada entre las partes se dispararon después del ataque de la semana pasada contra los suburbios beirutíes y de que pocas horas después fuera asesinado en Teherán el líder político del movimiento islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh.