Al menos 65 niños murieron durante la represión de las protestas en Bangladés, según ONU
La ONU informó este sábado que al menos 65 niños murieron durante la violenta represión de las protestas estudiantiles en Bangladés que se saldaron con la dimisión y huida del país de la ex primera ministra, Sheikh Hasina, y en las que murieron más de 400 personas.
En un comunicado de la representante especial de la ONU para la violencia contra los niños, Najat Maalla M'jid, indicó que "según las últimas cifras verificadas por UNICEF, más de 65 niños fueron asesinados durante la represión de las manifestaciones pacíficas".
Maalla pidió al Gobierno interino, encabezado por el nobel de la Paz Muhammad Yunus, que aproveche la transición actual en el poder "para abordar las lagunas existentes en las leyes y los métodos para proteger a los niños de todas las formas de abuso y explotación, y de la detención arbitraria".
Y aseguró que aunque los jóvenes y menores estuvieron al frente de las recientes protestas en Bangladés, "han pagado un precio enorme" en forma de violencia, arrestos arbitrarios y detenciones.
Más de 400 personas, según un recuento elaborado por EFE, murieron durante la violenta represión de las protestas estudiantiles en Bangladés, que comenzaron el 1 de julio como un movimiento pacífico estudiantil contra un sistema de cuotas laborales que beneficiaba a los seguidores del Gobierno de la Liga Awami.
Sin embargo, estas se tornaron violentas dos semanas después provocando una revuelta callejera que acabó desalojando a Hasina del poder el 5 de agosto.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU aseguró ayer que tiene creíbles indicios de un uso excesivo e innecesario de la fuerza en la represión de las protestas antigubernamentales de Bangladés.
Citando informes de medios de comunicación locales y a los propios manifestantes, la ONU eleva a más de 600 el número de muertos durante las protestas.
Al menos 250 de estas muertes se produjeron entre el 5 y el 6 de agosto, denunció Naciones Unidas, cuando Hasina ya se había marchado del país rumbo a la India.
Hasina, que presuntamente sigue en Nueva Delhi y se desconocen sus planes de futuro, ha sido acusada en casi una decena de casos de violencia y varios de sus colaboradores han sido arrestados.