León XIV: un papa estadounidense en la estela de Francisco
Robert Prevost, un estadounidense de 69 años con nacionalidad peruana, es el nuevo líder de la Iglesia católica. León XIV será el nombre que llevará el primer agustino en ocupar la silla de San Pedro. Como misionero, estuvo en Perú, principalmente en la ciudad norteña de Chiclayo, donde llegó a ser arzobispo. Desde 2023, estaba en el Vaticano, en la oficina que examina las nominaciones de obispos en todo el mundo.
Entre el italiano y el español, León XIV pronunció su primer mensaje como líder de la Iglesia católica. Rindió homenaje a su predecesor Francisco y envió un saludo en español a Chiclayo, ciudad del norte peruano donde fue misionero y arzobispo. Su elección marca varios hitos: es el primer estadounidense con nacionalidad peruana y el primer agustino en llegar al trono de Pedro.
En sus primeras palabras como sucesor del papa Francisco, pronunciadas desde la logia de la Basílica de San Pedro, León XIV aseguró: “La paz sea con ustedes”, y enfatizó un mensaje de diálogo y evangelización misionera. Vestía la tradicional capa roja del papado, que Francisco había evitado tras ser elegido en 2013.
Prevost es el tercer papa electo en el siglo XXI. En 2005, Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) fue escogido en la tarde del segundo día, tras la cuarta votación. En 2013, Jorge Mario Bergoglio fue elegido en la noche del segundo día de cónclave, después de cinco votaciones. Esta vez, cuatro votaciones fueron necesarias para darle la mayoría de al menos 89 votos en el cónclave, desarrollado en la Capilla Sixtina en el Vaticano.
Raices europeas
El nuevo obispo de Roma nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois. Es hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y de Mildred Martínez, de origen español. Tiene dos hermanos. Su afición al tenis, que no practica desde sus días viviendo en Perú, es uno de sus gustos personales que mencionó en una entrevista. Además, se destaca su gusto por los idiomas. Es políglota: habla fluidamente inglés (su lengua materna), español, italiano, francés y portugués. Además, posee conocimientos de lectura en latín y alemán.
Desde temprana edad, mostró una estrecha vinculación con las congregaciones agustinianas. En 1977 ingresó al Seminario Menor de los Padres Agustinos y más tarde estudió en la Universidad de Villanova, en Pensilvania, donde se licenció en Matemáticas y cursó estudios de Filosofía. Fue ordenado sacerdote a los 26 años, tras completar su formación teológica en Chicago.
Un año después, con 27 años, sus superiores lo enviaron a Roma para especializarse en Derecho Canónico. Allí obtuvo una licenciatura y un doctorado, consolidando su vínculo con la Orden de San Agustín, tema central de su tesis: “El papel del prior local en la Orden de San Agustín”.
La historia de León XIV en Perú empieza en 1985, año en el que se unió a la misión agustiniana y se desempeñó como canciller de la Prelatura Territorial de Chulucanas, en el norte de Perú, por un año. Tras esta experiencia, y una pausa de un año en el que regresó a su natal Chicago, Prevost vivió 10 años en el país latinoamericano, dirigiendo el seminario agustiniano de Trujillo y enseñando derecho canónico en el seminario diocesano con al menos seis cargos diferentes. Durante este tiempo se consolidó su manejo del español.
Para 1999, regresó a Chicago y siguió su carrera espiritual dentro de los agustinianos. Allí llegó a ser elegido prior general de los Agustinos y ejerció durante dos mandatos hasta 2013.
En 2014, Robert Prevost regresó al Perú tras ser nombrado por el papa Francisco como administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo, la misma que saludó en español durante su primer discurso como pontífice y desde ese año ostenta la nacionalidad peruana, según el medio RPP. Su influencia dentro de la Iglesia peruana creció y ocupó cargos relevantes en la Conferencia Episcopal Peruana hasta 2023.
En enero de ese año, Francisco lo designó prefecto del Dicasterio para los Obispos, la oficina encargada de la delicada tarea de seleccionar a los obispos en todo el mundo. En septiembre de 2023, fue ordenado cardenal.
Por qué el pontífice decide llamarse León XIV
Robert Francis Prevost adoptó el nombre de León XIV y como ocurre con cada nuevo pontífice, el nombre papal funciona como una hoja de ruta simbólica.
En este caso, al elegir llamarse León XIV, Prevost establece vínculos con figuras claves de la historia de la Iglesia y deja entrever la impronta que podría marcar su pontificado.
Más allá de los papas anteriores, el nombre también puede entenderse como una referencia afectiva a fray León, uno de los compañeros más cercanos de San Francisco de Asís. Fue su confidente, estuvo con él hasta su muerte y dejó testimonio escrito de su vida. San Francisco, figura central en el pontificado de Jorge Bergoglio, inspiró el nombre del papa saliente.
Al optar por “León”, Prevost podría estar rindiendo homenaje a Francisco y su legado espiritual: una Iglesia cercana, compasiva y en salida. Fray León fue descrito como un hombre de pureza y sencillez, virtudes que marcaron el estilo de Bergoglio y que tal vez León XIV aspire a continuar.
Otra interpretación posible es el vínculo con León XIII, el último pontífice en elegir este nombre antes que Prevost. Su papado (1878–1903) fue uno de los más influyentes del siglo XIX.
El paso del nuevo papa León XIV por Chiclayo
Durante años, la figura de Robert Prevost recorrió en silencio caminos polvorientos del norte peruano. Lo hizo sin anuncios, sin cámaras, sin multitudes. A caballo, cuando el acceso a las comunidades rurales lo exigía, cruzaba las quebradas de Lambayeque para llegar a pueblos donde el mensaje de la Iglesia era esperado por los más olvidados. Era un misionero que hablaba español con acento extranjero y escuchaba con atención los relatos de quienes solo tenían su fe. Así se forjó el vínculo que lo uniría con el Perú durante más de tres décadas.
La imagen del ahora Papa León XIV en esas travesías por Ferreñafe, Pítipo o Incahuasi permanece en la memoria de quienes lo conocieron como el padre Robert. No se detenía por la lluvia ni por el calor. Las distancias no lo intimidaban. El compromiso con los sectores más distantes del país no era una consigna, era una práctica cotidiana.
Cuando fue elegido sucesor de Francisco en una votación inesperadamente breve, el nombre de Prevost resonó con fuerza en el norte peruano. La elección de un papa nacido en Chicago, pero formado en la dureza del campo piurano y lambayecano, fue leída como un reconocimiento a su historia pastoral.