ONU urge a Bolivia tener órgano independiente para el control de las cárceles
LA PAZ |
El órgano de las Naciones Unidas para la prevención de la tortura, que visitó 23 recintos de reclusión en Bolivia, urgió hoy al Gobierno boliviano a convertir en "completamente independiente" el órgano que monitorea esos centros.
El Subcomité de Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura dijo en un comunicado que la petición fue planteada a las autoridades bolivianas al final de la reciente y segunda visita realizada al país, que duró nueve días.
La delegación de Naciones Unidas se reunió y condujo visitas conjuntas a las cárceles con representantes del Servicio para la Prevención de la Tortura (Sepret), una institución dependiente del Ministerio de Justicia encargada de realizar el monitoreo de los centros penitenciarios.
"Aunque reconocemos el trabajo del Sepret, estamos preocupados porque su independencia se encuentra comprometida debido a su subordinación (establecida por ley) bajo al Ministerio de Justicia", señaló el Subcomité de Naciones Unidas en el comunicado.
Según el jefe de la delegación, Emilio Ginés, la independencia funcional y administrativa de los mecanismos nacionales de prevención "es el elemento de salvaguarda que determina su real efectividad" y una disposición fundamental de los protocolos para mejorar la prevención para la protección de los derechos humanos.
La misión internacional visitó 23 centros de reclusión, entre ellos cárceles, centros policiales y de detención para adolescentes en conflicto con la ley, además de celdas judiciales y un hospital psiquiátrico, en los que realizó entrevistas con funcionarios, personal médico y con las personas privadas de libertad.
Durante su trabajo, el Subcomité se reunió con funcionarios del Gobierno, autoridades del Tribunal Constitucional, dirigentes indígenas, representantes de la sociedad civil y agencias de la ONU.
La delegación también estableció que la detención preventiva "aún representa el 70 % de la población carcelaria y tiene un impacto directo en el hacinamiento", indicó el comunicado.
La detención preventiva en Bolivia, es decir de personas que no tienen sentencia, es uno de los problemas crónicos de las penitenciarias del país andino y es el producto de la lentitud de la Justicia, según han expresado varias veces las autoridades.
Ginés reconoció que se han hecho cambios en las estructuras políticas, institucionales y sociales del país, sin embargo, según dijo, "se necesita hacer mucho más para traducir esos cambios a una realidad y fortalecer la prevención de la tortura".
El Subcomité anunció que presentará un informe confidencial a Bolivia con "observaciones y recomendaciones", con relación "a la prevención de la tortura y los malos tratos de personas privadas de libertad", y animó al Gobierno a hacer públicos esos reportes.
Además de Ginés, la misión que vistió Bolivia estuvo formada por María Dolores Gómez, Marija Definis-Gojanovic y Victor Zaharia.