Carnaval y referendo
Mi corresponsal en la Casa de Gobierno retornó a nuestra mesa de redacción feliz y emocionada luego de haber sido testigo de la audiencia que concedió su soberano Evo Morales a los futbolistas que nos representarán en las eliminatorias de la copa
Al despedirnos, la cholita cochala me lo cantó:”Viva mi Patria Bolivia, una gran nación, por ella doy mi vida, también mi corazón…” Mientras este ciudadano responsable se martillea el cerebro pensando día y noche analizando las declaraciones de personajes importantes acerca del referendo, que se realizará en febrero, mi discípula periodística ya tiene su mente y su cuerpo consagrados al Carnaval que también se celebrará en días previos a la histórica fecha.
Esa proximidad en el calendario de “dos fiestas democráticas” dificulta mis diálogos con la cholita valluna, pues cuando yo le hablo acerca de mis dudas y sospechas de chanchullo en los resultados finales del acto en febrero, la cholita me contesta que el Carnaval de Oruro promete ser más limpio que años anteriores…
Como yo tengo la mente puesta en el referendo dije a la cholita que dependerá de nuestro voto consciente si Evo se eterniza en el poder… respondiendo la cholita carnavalera: “Yo le aseguro, compadre, que Evo bailará en el Carnaval de Oruro y también bailará con nosotros en la Fiesta del Gran Poder…”
Ambos obsesionados por dos hechos muy diferentes permanecimos inalterables en nuestras trincheras pero ninguno daba su brazo a torcer y firme en mis convicciones dije a mi alegre y disparada interlocutora: “Es que en el referendo de febrero el Evo y su Gobierno se están jugando 10 años más de poder y nuestros votos son los que decidirán tal hecho…” La cholita carnavalera no se dio por enterada de mis serias apreciaciones y en medio de sus demostraciones, ejecutando sus figuras que ejercitó en “La Morenada” me dijo con ritmo y alegría insuperables: “Bailando te conocí, bailando te conquisté y en febrero bailando tus penas olvidarás…”
Ante la imposibilidad de vencer y convencer a mi comadre cholita, dejé que ella permaneciera en su mundo y yo en el mío, alegre y cascabelero el de ella, serio y angustiado el mío. Sin embargo, los Carnavales y el referendo se realizarán el mismo mes de febrero.
Al igual que la cholita Macacha y yo, una mitad de nuestros compatriotas esperará febrero para bailar en Carnavales y la otra mitad esperará febrero para asistir con su voto al referendo.
Para no quedar enfadados, rubricamos nuestro parentesco espiritual con una apechugada y prometimos que juntos bailaríamos durante el Carnaval y juntos acudiríamos a las urnas para votar en el referendo, ella por el Sí y yo por el No.
Para concluir, no puedo menos que felicitar a nuestras inteligentes autoridades que determinaron que ambas actuaciones, el Carnaval y el referendo se realicen casi juntas.
Columnas de Adrián Zingales