Dos sequías catastróficas
Cuando las sequías son demasiado intensas pueden desmoronarse las civilizaciones. Parece que la civilización de Tiawanaku terminó abruptamente por causa de una sequía agobiante que abarcó a las regiones andinas bolivianas y peruanas
A la severa insuficiencia pluvial en las regiones andinas bolivianas durante el año 2016, se agrega una situación incierta para este año 2017. Dos años consecutivos de pocas lluvias harían un efecto acumulativo.
Un cronista recogió el dato de que en el siglo XV, durante el reinado del Pachakuti Inka Yupanki, hubo una sequía intensa, que duró siete años. Entonces la gente moría de hambre y se daban casos de canibalismo. Pero ese dato no se halla repetido por ningún otro cronista y es bien posible que sea recuerdo de una sequía semejante ocurrida en tiempos anteriores a Pachakuti Inka Yupanki.
Cuando las sequías son demasiado intensas pueden desmoronarse las civilizaciones. Parece que la civilización de Tiawanaku terminó abruptamente por causa de una sequía agobiante que abarcó a las regiones andinas bolivianas y peruanas. El arqueólogo Osvaldo Rivera Sundt ha apreciado la duración de esa sequía en siete años consecutivos. Es curioso, pero esta apreciación concuerda con la referida a los tiempos de Pachakuti.
Con una sequía muy fuerte durante un septenio, las ciudades de la civilización de Tiawanaku habrían quedado despobladas; no habría comida para llevar a la ciudad de Tiawanaku y a la capital norteña de esta civilización que fue Wari en Perú. El abandono de las ciudades y verosímilmente los conflictos sociales armados consecuentes, habrían terminado con esta civilización. Según Rivera Sundt, en el estrato arqueológico que marca el abandono de Tiawanaku hacia el año 1170, se encuentran desperdigadas muchas puntas de piedra de las jabalinas que empleaban como armas.
Doscientos años después del abandono de las ciudades de Tiawanaku y Wari, se recuperaron la demografía y los hatos de llamas que sustentaban a las poblaciones humanas, y así pudo conformarse el imperio incaico.
En las tierras ribereñas al mar Mediterráneo hubo una megasequía que duró entre los años 1.200 y 850 antes de la era común. A medida que avanzó el primer siglo de sequía, primero se desplomó el imperio de los hititas, en la península de Anatolia, en lo que ahora es Turquía. Luego fueron abandonadas en Grecia las ciudades de la llamada civilización heládica. Tal era la hambruna en Grecia y en lo que ahora es Turquía, que la gente se embarcaba para tratar de conquistar tierras en las costas de Siria, de Palestina y de Egipto. En Palestina los invasores fueron denominados filisteos y de Filistia viene el nombre Palestina. Los invasores marítimos atacaron Egipto, pero fueron derrotados; empero se los dejó establecerse en el país. Egipto sobrevivió, porque las aguas del Nilo proceden del interior de África.
La megasequía hizo una “edad oscura” en Grecia, y cuando las lluvias volvieron a ser normales se recuperó la civilización allí.
El autor es escritor.
Columnas de BERNARDO ELLEFSEN