Papeles de Panamá
Al parecer, las autoridades del Órgano Ejecutivo y dirigentes del MAS no comprenden que los anuncios altisonantes, cuando no son respaldados por acciones y resultados concretos, terminan profundizando la desconfianza de la ciudadanía en los eventuales administradores del Estado.
Es lo que ha pasado con la comisión legislativa conformada para investigar los presuntos delitos que ciudadanos y empresas bolivianos podrían haber cometido al trasladar dinero a “paraísos fiscales”, en el caso denominado internacionalmente como “Papeles de Panamá”.
Son cuatro los factores que pueden explicar la sucesión de errores que cometen muchos dirigentes del MAS y autoridades del Gobierno: primero, presumir que los investigados, más aún cuando se trata de empresarios, y peor si no comulgan con ellos ideológicamente, son culpables. Segundo, desconocer el marco jurídico vigente en el país. Tercero, desconocer la estructura del Estado boliviano. Cuarto, tipificar delitos con normas promulgadas después de haberse cometido.
En el caso de los Papeles de Panamá, probablemente el hecho de que la denuncia tenía carácter internacional les hizo pensar que estaban ante un caso de resonancia política importante. Pero, al cabo del tiempo, el resultado, presentado la semana pasada, es que se debe pedir a las entidades estatales encargadas de temas impositivos como de investigación de fortunas, el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), la Unidad de Investigación Financiera (UIF) y el Ministerio Público, investiguen los casos presentados.
Empeora el informe la inclusión forzosa de personalidades políticas opositoras al régimen.
A 11 años de gestión continua, llama la atención que muchas autoridades del Estado y dirigentes del MAS sigan actuando en forma tan improvisada y precaria, tratando de maquillar esta ineficiencia con discursos que sólo contienen adjetivos, no resultados ni pruebas.