Ron (trucho) y hamburguesas (gringas)
el l anuncio de la inminente comercialización de una gasolina de 91 octanos, cuyo nombre (Ron 91) no está prestado de una marca de la afamada bebida caribeña, sino del acrónimo inglés de Research Octane Number, ha provocado polémicas incluso en torno al tamaño de las hamburguesas gringas.
Se trata de una buena medida desde el punto de vista técnico. No es, a priori, un gasolinazo, porque los precios de la Especial (de 85 octanos) y de la Premium (95 octanos) no han variado; obedece a un requerimiento de los fabricantes de coche modernos, cuyos motores tienen mejor performance con gasolinas de alto poder antidetonante, medido por el octanaje y nos equipara a los demás países de Sudamérica que, con excepción de Bolivia y Colombia, ya no comercializan gasolinas con octanajes inferiores a 90.
Incluso en el aspecto económico, no es malo que los subsidios (y el incentivo a la gasolina lo es) no sean eternos y que gradualmente los precios se sinceren, en el contexto de la realidad del país.
Sin embargo, esa medida positiva no ha sido presentada por el Ministro de Hidrocarburos de la mejor manera, generando confusión en la opinión pública y creando susceptibilidades y críticas.
Es insólito que sea el Ministro quien anuncie nuevos productos combustibles (debería ser YPFB, en todo caso) o quien fije sus precios (para eso está la Agencia Nacional de Hidrocarburos). Dicho sea de paso, hasta el momento en que escribo esta columna, la página web de ANH ignora la puesta a la venta de la nueva gasolina, tampoco presenta precios ni especificaciones técnicas del nuevo producto refinado. Es una muestra más de la desinstitucionalización del Estado operada por el MAS en todas las áreas del quehacer nacional, un daño que los futuros gobiernos tardarán décadas en reparar.
Mucha gente no cree en la aserción del Ministro que las gasolinas Especial y Premium seguirán ofreciéndose en los surtidores. La Premium ya ha desaparecido, posiblemente para dar campo a la Ron 91, y, con base en que la calidad de la Especial es inadecuada para los nuevos carros, ese producto escaseará paulatinamente hasta desaparecer del mercado. Es el “gasolinazo a plazos” o por etapas que observé en esa medida.
Existe también un pequeño enigma sobre el precio. Tengo fotografías de surtidores de Santa Cruz del martes anunciando el precio de 4,37 Bs/litro de Ron 91, pero luego el Ministro lo redondeó a 4,40. No es un detalle menor; es una falta de respeto a la ciudadanía y una usurpación de funciones de la ANH. Tampoco se ha aclarado la estructura de precios del nuevo producto, posiblemente para no revelar que el mayor beneficiario será YPFB cuyas finanzas están en estado crítico, después de 11 años de fiesta descontrolada. Ese es, a mi criterio, el verdadero objetivo del nuevo producto y no “disminuir la subvención” que, como todos sabemos, se debe al diésel importado (2/3) y a los aditivos para las gasolinas (1/3).
Para colmo, el Ministro parece desconocer el DS 1499 que aprueba el “Reglamento a la calidad de los carburantes” y define técnicamente los tipos de gasolina permitidos en Bolivia. Obviamente, la Ron 91 no está en la lista y para que se comercialice debe ser incluida modificando ese decreto supremo. He buscado, pero no he hallado, una disposición reciente sobre este aspecto. De ese modo, la Ron 91 sería “trucha”. Pero eso no sorprende: ¡le meten no más! Si no respetan la CPE y un referéndum vinculante, imagínense si lo harán con un simple reglamento.
Y por último, ¿se habrá considerado la posibilidad de que, si nuestras “hamburguesas” son mucho más baratas que en los países limítrofes, se incremente la tentación del contrabando corporativo, con o sin visto bueno de arriba?
El autor es físico y analista
Columnas de FRANCESCO ZARATTI