Evo corre su propio Dakar
Pertenecemos a ese clan de auspiciadores hace varios años, pues fue durante el Gobierno del Movimiento Al Socialismo que ingresamos y es por esa razón que cada año nos sentimos abonados al Dakar
La ciudadanía ya conoce parte del desarrollo de una prueba de audacia humana y resistencia de máquinas que comenzó en el África para montar un negocio que produciría muchas utilidades no sólo a los organizadores de la mencionada competencia sino también a los hábiles representantes de países ansiosos de gloria internacional contándose entre estos al habilísimo Juan Ramón Quintana que empezó a hacerse famoso por un bullado asunto que se refería a camiones y contrabando.
Pertenecemos a ese clan de auspiciadores hace varios años, pues fue durante el Gobierno del Movimiento Al Socialismo que ingresamos y es por esa razón que cada año nos sentimos abonados al Dakar, motivo por el cual recurrí a mi corresponsal en el Palacio Real de la Plaza Murillo para preguntarle si tal prueba deportiva se realizaría sin inconvenientes en nuestro territorio sacudido actualmente por convulsiones en diferentes puntos geográficos del país.
Mi discípula periodística creyó tranquilizarme al transmitirme la noticia de que el Dakar se realizaría sin obstáculos, aunque me previno que nuestro mejor representante, o sea Evo Morales, era tan aficionado al deporte de las ruedas y los motores que él correría simultáneamente en su propio Dakar para llegar triunfante a la meta que no es otra que gobernar el país indefinidamente.
Tal revelación periodística me dejó pasmado y apenas pude plantear a mi comadre mayores detalles acerca de un corredor que inventa su propio Dakar cuyo premio mayor es el mando supremo de la Nación en la que se realiza la prueba deportiva.
Tímidamente solicité a la cholita cochabambina que si alguna vez pensó en que el destino le daría el lugar de “copiloto” en el Dakar que actualmente corre el primer mandatario, alentado por sus colaboradores y llunkus que no arriesgan nada, como lo hace el piloto y sólo están a la vera del camino para aplaudir y alentar al valiente corredor y su navegante. A ella le sorprendió mi curiosidad, y no pudo contestar, sólo se ruborizó.
Mientras dura esta larga prueba deportiva del Dakar, los bolivianos como muchos aficionados veremos el paso de los motorizados desde las proximidades del camino admirando de lejos el valor y la pericia con los cuales el piloto Evo seguirá corriendo buscando alcanzar sus waypoints que le permitan continuar en su doble carrera de automovilista y futbolista.
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