Marcha mundial por la paz y la no violencia
Ya se organizan equipos promotores en cada ciudad mediante redes virtuales. Yo insistiré en mi siembra, apoyaré a Rafael de la Rubia
El médico debe ser considerado como un ser humano con dignidad, su labor se desarrolla en gran medida en un ámbito de la incertidumbre donde la posibilidad de cometer un error no es totalmente evitable.
La experiencia indi Rafael de la Rubia es un español toledano dirigente del neohumanismo, habita usualmente las salas del Alcázar donde otrora los cristianos, judíos y moros coexistían trascribiendo los escritos griegos de Platón y Aristóteles al lenguaje castellano para el saber eterno de occidente. Fue quien me condujo por las calles de su bella ciudad, vivencia inolvidable gracias a su palabra de mentor y gentil cicerone.
Él organizó la primera marcha mundial hace una década con éxito extraordinario. Preparó previamente un congreso en Madrid al que asistí invitado. Había expertos de todos los continentes, un general ruso tuvo a su cargo el maletín soviético con el botón disparador del cataclismo. Aprendí que el arsenal nuclear acumulado en los países productores del estallido atómico puede destruir el planeta 25 veces.
Cuando la expedición llegó a Bolivia, los recibí en la plaza de San Francisco, cerca al portón violentado para la tortura de estudiantes golpeados por especialistas en fractura de costillas. Fui el coordinador del encuentro en Tiahuanaco. Allí los esperaban aymaras, varones y mujeres, ceremoniosos. Cuando ingresaron los europeos, americanos, africanos, asiáticos, se emocionaron vivamente. Se entonó el himno nacional con la palma sobre el corazón y luego, el abrazo fraternal entre todos los seres de la diversidad humana. Los españoles a tiempo de abrazarlos aproximaron el beso tradicional a los indígenas renuentes al ósculo occidental; finalmente, el intercambio de cálidas miradas aproximó universos distantes y fue posible la fraternidad de la utopía mundial. Fue mía la oratoria que culminé con gritos emocionados de paz y amor ¡Hallalla!
En ambientes universitarios tuvimos un encuentro académico. El Presidente de la República, complacido, observó el espíritu de los seres hermanados. Tomó la palabra “¡Yo no soy de derecha ni de izquierda, Yo soy humanista!”, dijo. Había tanta fe en él.
Se prepara la II Marcha Mundial. Saldrá de España, África, América Norte-Sur, Oceanía, Asia, Europa, después de 159 días llegará a Madrid.
Además de cuestionar las armas nucleares y las guerras, se tocarán los problemas centrales de la humanidad. Ya se organizan equipos promotores en cada ciudad mediante redes virtuales con participación de universidades, municipios y parlamentarios. Yo insistiré en mi siembra, apoyaré a Rafael de la Rubia.
El autor es médico
Columnas de GASTÓN CORNEJO