Cochabamba vive la fiesta de los Suramericanos
¡Es la fiesta deportiva! Arrancaron los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 y el espíritu deportivo se encendió en la ciudad, igual que la Llama Suramericana que arde en el pebetero del estadio Félix Capriles.
La fiesta comenzó el sábado en la noche, en el remozado estadio, repleto de espectadores, deportistas, estudiantes, delegados oficiales, autoridades y otros jóvenes que participaron de la parte folklórica de la ceremonia de inauguración.
El entusiasmo fue evidente entre los jóvenes atletas de 14 países, incluido el nuestro, que manifestaron con espontaneidad su contento por estar aquí, en Cochabamba, y competir en sus respectivas disciplinas. Estaban contentos esos miles de atletas, el sábado en la noche, mientras desfilaban y, luego, durante el espectáculo y a pesar de que éste fue un tanto demasiado largo y tedioso.
La fiesta continuó ayer en más de una docena de escenarios, la mayor parte de ellos en la ciudad de Cochabamba, el resto, en otras provincias —vecinas o no— y uno de ellos en La Paz.
Fiesta para los deportistas, principalmente, y sus acompañantes oficiales que manifiestan su agrado con los escenarios donde compiten, el transporte, albergue, alimentación y otros aspectos de la organización que están a la altura, y tienen la calidad, de un evento internacional de la talla e importancia de estos Juegos, como lo destacó, por ejemplo, el secretario general del Comité Olímpico del Paraguay, Juan Carlos Orihuela, que resaltó la buena organización de la cita multideportiva más importante de la región y el cálido recibimiento a toda la delegación de su país.
Y los escenarios que se están estrenando son también motivo de festejo, aunque en algunos de ellos, como en el Centro Acuático del parque Mariscal Santa Cruz, ayer aún habían algunos espacios inconclusos, pero en áreas que no perjudican a la competencia, nada que agüe la fiesta deportiva.
De la fiesta también participa el público, numeroso, que estuvo ayer desde la mañana —y hasta el fin de la última competencia de la noche— animando con mucho entusiasmo a los atletas y disfrutando, emocionado, de las competencias.
Y, como en toda fiesta, en esta también hay los que festejan menos, entre ellos los periodistas, que en varios casos lamentan las dificultades que encuentran para hacer su trabajo, por ejemplo, porque hay contradicción entre lo anunciado —acerca de los espacios en los que pueden desplazarse y/o ubicarse— y lo que se practica en la realidad.
Pero, otra vez, nada demasiado fastidioso como para aguar el festejo de estos Juegos que comienzan con buen pie.