Los narcisos y Hawking
El mito de Narciso originó la palabra narcisismo que describe a aquellos hombres y mujeres que sienten una admiración excesiva y exagerada por sí mismos, por su aspecto físico, o por sus dotes y cualidades.
Tiene relación con la falta de altruismo y el egoísmo imperante, algo que se parece más a una enfermedad mundial que a un simple comportamiento.
Esta perturbación se ve reflejada en el país, cuando, de acuerdo a un extenso reportaje publicado en este medio, más de 100 unidades educativas, barrios, calles, coliseos, mercados y campeonatos deportivos de Bolivia fueron bautizados con el nombre del presidente Evo Morales, desde 2007.
Según datos del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), en 12 años se construyeron, con el nombre del presidente Morales, al menos 32 unidades educativas, 12 complejos deportivos, estadios y polideportivos, 17 coliseos, cinco barrios, seis avenidas, 10 mercados y un puerto.
También personajes allegados al primer mandatario tienen obras con su nombre; es el caso del gobernador de Cochabamba, quien el año pasado inauguró un instituto tecnológico en Vinto. El vicepresidente también tiene una unidad educativa con su nombre en ese lugar y viene a la memoria la escuela Carlita Reyes Villa, hija del ex alcalde, Manfred Reyes Villa. Sólo por nombrar algunos ejemplos.
Se sabe que es más adecuado que se coloque un nombre o se otorgue un premio cuando el caso así lo amerite. Y no se debe bautizar cuanto mamotreto público se erija sólo porque es imprescindible repetir, ad nauseam, que el funcionario público de turno está cumpliendo con lo que le toca hacer.
¿Y qué tiene que ver con todo esto Stephen Hawking?
Hoy 8 de enero se celebra su natalicio, él fue un destacadísimo físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico.
Entre las numerosas distinciones que le fueron concedidas, están 12doctorados honoris causa. Fue galardonado con la medalla Albert Einstein en 1979, la Orden del Imperio Británico (grado CBE) en 1982, el premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1989, premio Naylor concedido por la Sociedad Matemática de Londres en 1999, la medalla Copley en 2006, la medalla de la Libertad en 20098 y el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en 2015.
En ningún momento se le ocurrió sugerir, siquiera, que su nombre sea colocado en algún lado.
Tal vez nuestros funcionarios gubernamentales deban recordar el inevitable final de Narciso, pues la justicia griega, muy poética en todo, decidió que Narciso muera ahogado al no poder conquistarse a sí mismo.
La autora es magíster en comunicación empresarial y periodista.
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