Piedras y petardos en lugar de papel picado
Recuerdo a un grupo de hinchas de la barra organizada de Wilstermann (Gurkas) en una conferencia de prensa, a fin de año, anunciando que querían cambiar su imagen ante la sociedad, lo denominaron “barrismo social”. Recolectaron regalos para los niños en Navidad y los distribuyeron en la plaza Colón con una chocolatada.
Pero para cambiar la imagen que tienen las barras organizadas no basta con una buena acción, sino es un proceso en el que realmente sólo se dediquen a alentar a sus equipos y eviten todo tipo de accionar violento contra otras hinchadas.
En el primer partido de Wilstermann en el torneo Apertura, la barra de Wilstermann fue acusada de haber echado gas lacrimógeno en el camarín de Bolívar, equipo que se llevó los tres puntos ese día. Aunque el presidente de la institución aviadora, Gróver Vargas, dijo que no existen pruebas ni tampoco hay un informe policial que hable al respecto, el hecho ocurrió precisamente en la tribuna donde se encuentran los Gurkas.
Previo al clásico cochabambino hubo un enfrentamiento entre los Gurkas y los Califachos, de Aurora, en la avenida Libertador. Como resultado hubo varios heridos, el de mayor gravedad un hincha celeste que recibió una pedrada en la cabeza.
Si este tipo de actitudes no paran, la imagen de las barras no cambiará, por muchas conferencias de prensa que den.
Periodista deportiva de Los Tiempos
Columnas de Betty Rojas Rodríguez