“Vivir para la política y no de la política”
En una de sus tantas intervenciones, el presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, utilizó las frases “hay que vivir para el deporte, no vivir del deporte” y “hay que vivir para la política y no vivir de la política”, que resumen los postulados de la democracia. Pero lamentablemente no se aplican en varios de los municipios del eje metropolitano de Cochabamba.
En una de las coberturas a los conflictos que afectan las últimas semanas a distintas regiones de nuestro departamento, un concejal suplente, de los que pide la tan sonada “alternancia” en el poder, dijo: “Es que tengo que recuperar la inversión que hice en la campaña, acaso ella nomás ha pagado el costo de la campaña y no me está pagando como a ella dice”. El relato delata el por qué de la existencia de peleas constantes por ocupar cargos en la recta final de la gestión municipal; dejando de lado la vocación de servicio que debería tener un funcionario público.
Por tanto, la política dejó de ser “el arte de gobernar” para muchos de los actuales funcionarios públicos (alcaldes, concejales, dirigentes y demás autoridades), y pasó más bien a convertirse en una forma de vida para sacar el máximo provecho personal, y no sólo en lo económico. Así lo reflejan los últimos acontecimientos de Sipe Sipe, Vinto, Quillacollo, Colcapirhua, Tiquipaya, Sacaba y, por supuesto, Cercado.
Lamentable, pero todos los municipios mencionados están marcados por un denominador común: “el interés a lo económico” y, por ende, la corrupción y falta de institucionalidad, al costo que sea.
Periodista de Los Tiempos
Columnas de Walter Tapia Callao