¿Y si hubiéramos construido la historia desde la niñez?
Imagina que cada gobernante en su primer discurso se dirija primero a los niños. Solo imagina a Simón Bolívar, Hilarión Daza, Lidia Gueiler o a cualquiera de los mandatarios que ha tenido Bolivia gritando desde el balcón del palacio de gobierno el siguiente discurso para iniciar su gobierno:
“Queridos niños. Ustedes son cerca del 50 por ciento de la población y quiero construir país con ustedes (levanta la mano en señal de fuerza), para ustedes y por ustedes (calma la voz). Quiero que crezcan sanos, respetados (mira fijamente a la población) y sobre todo protegidos. Quiero, ante todo, bienestar para cada niño y niña.
Es difícil imaginarlo. La propia historia de Bolivia ha sido construida para los adultos. Nuestros héroes, nuestras guerras, nuestras normativas y sobre todo nuestro adultocentrismo nos han llevado a un escenario donde el protagonismo real jamás lo adquieren los niños porque la economía inmediata la aporta el adulto.
Sin embargo, la inversión económica y social en un niño tiene redito en más del 15 por ciento a corto y mediano plazo. Es la inversión más segura, importante, confiable e inteligente.
En 194 años de historia y 88 gobiernos constitucionales, solo 27 realizaron acciones puntuales para la niñez en su administración, buenas o malas, muchas o pocas, pero no lo suficientes para garantizar que cada niño y niña crezca con la protección y seguridad de una familia.
Se trabajó con sectores fabriles, campesinos, políticos y de la masa trabajadora, pero no existió una real preocupación por un sector estratégico con futuro próspero: la niñez. Esta constatación se convierte en un desafío para el futuro.
En esta gestión, Aldeas Infantiles SOS cumple 50 años de labor ininterrumpida en el país y reflexiona sobre la forma en la que se ha estado trabajando por la infancia en diferentes niveles, tanto desde la sociedad civil como desde el propio Estado boliviano.
Es cierto que en tantos años de historia existieron avances, pruebas, aplausos y errores, pero lo cierto es que los niños y niñas no han sido el foco principal para el desarrollo.
En ese sentido, en diferentes momentos de la historia de Bolivia, una pregunta ha sido la constante: “¿Si hubiéramos construido la historia desde la niñez?, hoy tendríamos una mejor realidad para ellos y ellas”.
Recorrer las páginas de la historia de Bolivia supone también recuperar la identidad de todo un pueblo que se reconoce como protagonista, pero existe una historia no contada que figura escasamente en la historia del país y que es un puntal para el desarrollo humano y social. Creemos que es hora de tomar con convicción y compromiso un cambio que impacte positivamente en un nuevo curso a la historia de la infancia.
El autor es Gerente de Programa de Aldeas Infantiles SOS Cochabamba.
alberto.melgar@aldeasinfantiles.org.bo
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