¿Algún día invictus?
Con más ilusión que agallas llegó la selección nacional al partido inaugural de la 46ª edición de la Copa América para enfrentar nada menos que a Brasil, en el estadio de Morumbí de Sao Paulo.
Tras un esperanzador primer tiempo, el “pequeño” Philippe Coutinho abrió el marcador a los 50 minutos, inmediatamente marcó el segundo con un cabezazo y el tercero llegó a los 85’ del pie de Everton.
Pese a la imprecisión de los brasileños –que además actuaron precipitados y completamente presionados– los nacionales crearon muy pocas ocasiones de ataque, lo que pudo ser una ventaja importante. Pero no hubo significativos intentos de ataque por ambos lados. Entre todo, el desorden, el juego individual, la falta de “ñeq’e” y de táctica sobresalieron una vez más en nuestros coterráneos.
Y dicho sea de paso, fue el motivo ideal para “chupar”. Lamentable que sigamos peregrinando por bajar la edad de los seleccionados pero aún se convoque a sub-30 “experimentados”, cuando cualquier selección se forja en el tiempo y con un trabajo sostenido. ¿No será hora de dejar de jugar “a ganar experiencia” para apostar de una buena vez por un proceso que revolucione nuestro deporte?
Con los Juegos Suramericanos Cocha 2018 parecía que sí. Pero a un año de haberse realizado las competencias, el material deportivo estuvo depositado y bajo llave hasta que finalmente fue repartido a las disciplinas hace pocos días.
¿Será tan difícil identificar habilidades y destrezas de los pequeños desde sus escuelas? ¿Será imposible crear una selección de infantes por departamento y mantenerla unida entrenando para que la renovación sea una verdadera carta de presentación.
¿Por qué no capacitar más a los entrenadores locales y profesores de educación física y hacer que estos sean la vitrina de sus pupilos?
Lamentablemente, el padrinazgo, la corrupción y los intereses personales son los que mandan prácticamente en todos los ámbitos de los bolivianos. Y mientras las canchas estén bajo llave, los alumnos armando pirámides de equilibrio en sus horas de deporte y los responsables de organizar las competencias papando moscas..., los resultados siempre serán los mismos: simples estrellas fugaces y escasa renovación .
Directora de Los Tiempos
Columnas de LUZ MARINA CANELAS ARZE