El asesinato que estremece a Cochabamba
El brutal asesinato de Marcelo Zegarra Villarroel (58), piloto de la aerolínea Boliviana de Aviación (BoA), estremece a Cochabamba y deja no sólo a su familia y amigos devastados, sino a la población en vilo por las conexiones y dudas que surgen al momento de analizar las hipótesis planteadas por la Policía.
Asalto, secuestro o temas amorosos fueron los planteamientos iniciales que se descartaron, quedando dos latiendo en las mentes de quienes lo conocieron: ajuste de cuentas/venganza o deudas es uno de los móviles probables que lleva a plantearnos muchas preguntas que esperamos que tengan respuestas.
La tercera hipótesis, y tal vez la más peligrosa y temida, es la de probables vínculos o conocimiento sobre temas relacionados al narcotráfico en Bolivia.
Ambas teorías están siendo analizadas y contrastadas con los hechos y las personas que fueron llamadas a prestar declaraciones para esclarecer el hecho, y se espera que en el transcurso de esta semana los integrantes de la Fuerza de Lucha Contra el Crimen y contra el Narcotráfico —que se sumó hace poco con peritos— resuelvan el inquietante asesinato y que la justicia actúe sin que le tambalee la mano.
Mientras tanto, varios hechos sobre el tema atormentan a los bolivianos: ¿será posible que un deudor desesperado pierda la razón al punto de convertirse en asesino?
¿Es probable que la violencia de este tipo haya llegado de la mano del narcotráfico y que cárteles extranjeros actúen en el país?
Indicios hay muchos, y las imágenes que algunos medios difundieron son estremecedoras, como lo es el resultado del análisis forense: golpes en el cráneo y cara (además de el resto del cuerpo), pero también cortes en distintas zonas que habrían sido perpetradas luego del fallecimiento. ¿Por qué? ¿Es este “modus operandi” un mensaje?
Según la Policía, la víctima trató de defenderse y en sus manos se hallaron cabellos y restos de piel en las uñas que posiblemente pertenezcan a uno (o algunos) de los implicados en este crimen.
¿Está el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) debidamente actualizado y cuenta con los profesionales y equipamiento adecuados para hallar las respuestas?
Lamentablemente, los ciudadanos de a pie no lo sabemos. Encima, los feriados no son buenos por la pausa obligada que significó para saber más sobre los resultados. Ojalá las versiones novelescas disten de la realidad. De verdad lo esperamos.
Directora de Los Tiempos
Columnas de LUZ MARINA CANELAS ARZE