¿Y cómo andamos en el tema salud?
El presidente de la entidad de seguro de salud más importante del país es un minero, y la Ministra del área, una profesional cuestionada por sus colegas debido a su poca experiencia.
Ejemplos como éstos hay y hubo muchos, no sólo en el Gobierno actual; sin embargo, las características de lo que sucede hoy en Bolivia permiten (esperemos) reflexionar sobre la importancia de que los políticos (más aún si son candidatos presidenciales) se rodeen de individuos idóneos para ejercer atinadamente los cargos públicos que se les encomiende.
El caso de salud es hoy lo primero que viene a la mente debido al estado de alerta en que se encuentra la población: brota un virus peligroso; hay incertidumbre, no se maneja adecuadamente la alerta sanitaria; no contamos con laboratorios que permitan descifrar la fortaleza y probables soluciones para combatir a esta nueva preocupación. Tampoco insumos.
Dos médicos víctimas de contagio (uno fallecido y el otro en estado crítico) hacen que el sector se movilice por la precariedad de las condiciones en que trabajan, agravadas por la implementación de un SUS (seguro único) que debería gritar SOS. A ello debe sumarse la escasa infraestructura hospitalaria (que en ningún caso cuenta con áreas bioseguras, suficientemente seguras como para mantener aislados a los pacientes con enfermedades contagiosas y peligrosas).
¿A qué estamos jugando? La salud es de un manejo técnico/profesional que requiere amplia y constante formación y actualización. Además debe ir acompañada de un manejo integral y adecuado de otros temas que la afectan y que en el país también fallan: el manejo de basura, la preservación de los bosques, el manejo de excretas y la expansión de asentamientos humanos sin control alguno.
Esta problemática la maneja un programa de saneamiento ambiental que no existe en Bolivia, reto que debe ser prioritario en la próxima gestión, sea del color que sea.
Directora de Los Tiempos
Columnas de LUZ MARINA CANELAS ARZE