Cambio climático y calentamiento global
Greta Thunberg, una adolescente de 16 años está sacudiendo al mundo. Todo empezó un día viernes, cuando está niña empezó a protestar frente al parlamento sueco: "quiero que negocien para proteger el medio ambiente como si su casa se estuviera quemando“ fueron las palabras que dijo a los parlamentarios.
Las palabras provocaron una verdadera avalancha. A partir de ese momento, miles de jóvenes en diferentes países, los días viernes se suman a esas protestas callejeras y abandonan las horas de clases.
¿Tienen razón estos jóvenes adolescentes cuando temen por su futuro y exigen de los políticos, una política climática radicalmente nueva o simplemente están disparando al idealismo, muy por encima de sus objetivos de vida?. Este panorama me motiva al análisis concreto de la situación, porque el calentamiento global es un hecho y está entre nosotros.
A estas alturas nadie debería dudar que la acción desmedida del hombre sobre su medio ambiente, está provocando el cambio climático. Este hecho está científicamente compro-ñbado. Mediciones demuestran que el cambio climático ha empezado hace mucho y cada vez se está haciendo más notorio.
Según el IPCC, (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) la tropósfera se calentará cada década otros 0,2 grados centígrados si las emisiones no se reducen.
Desde el inicio de la revolución industrial, el uso de carbón y demás fuentes fósiles de energía, han elevado la temperatura del planeta en 1,1 grados centígrados. Pareciera que esto suena a poco y se tratara solo de un poco de calor; pero si analizamos el cambio climático más a fondo, este ya está mostrando su faceta más desagradable.
Tomemos como ejemplo los años 2018 y 2019, donde el calor provocó sequías severas e incendios forestales.Aquí el hombre contribuyó activamente con la quema malintencionada de bosques para ampliar la frontera agrícola, destinada a la producción de carne para su exportación a China y a otros países.
Ejemplos sobran y traigo a colación los torbellinos y huracanes que en muchos casos superaron los 170 km/h, como el Idai en África, que arrasó con todo lo que encontró a supaso. Los torbellinos se originan sobre áreas oceánicas, cuya temperatura del agua bordea los 27 grados centígrados y van en constante aumento.
Otro elemento que conduce al cambio climático es el bombardeo del dióxido de carbono a la atmósfera. La gente sigue quemando grandes cantidades de carbón, y derivados de petróleo. La falta de acuerdos concretos hace imposible mantener las emisiones a niveles constantes. El último valor científico reportado es de 405 ppm. Antes de la Revolución Industrial era de 270 ppm.
Estos datos hacen que el panorama se torne sombrío por lo siguiente: incluso si las naciones se tomaran en serio la protección del clima y dejasen de quemar combustibles fósiles de un día para otro, el mundo ya no estaría en orden nuevamente porque el dióxido de carbono emitido, permanece en la atmósfera durante siglos, incluso milenios, hasta que es atrapado por el suelo, el agua y las rocas.
Otros gases de efecto invernadero son el metano, cuyo contenido atmosférico ha superado el 257 por ciento desde el comienzo de la revolución industrial,
y el óxido nitroso, que contribuye alrededor del 6 por ciento al cambio climático.
Así es como los expertos en clima de todo el mundo, están mostrando a Greta Thunberg y a los manifestantes un enfoque más resuelto, y los valores confirman a los jóvenes que ellos no exigen nada imposible. Un estudio publicado en abril de este año demuestra queun cambio completo hacia el uso de fuentes de energía sostenible, no solo es factible, sino incluso menos costoso que seguir esperando. Al principio, se requerirían grandes inversiones para esa conversión; sin embargo, hasta el 2050, los costos de energía disminuirían tanto que, los gastos estarían justificados.
Cualquier retraso en la protección del clima es peligroso, no solo porque las temperatu-ras están aumentando, sino porque mientras más tarde sea la reacción, más fuerte será el llamado a la aplicación de medidas técnicas de ingeniería ambiental. El IPCC ya tiene en cuenta este escenario y no escatima que, los costos adicionales serían incalculables.
Los jóvenes gritan a voz en cuello, que escuchen a los científicos, y los políticos siguen dudando. De continuar este escenario, tribunales internacionales podrían hacerse cargo del asunto. A nivel mundial ya existen cientos de denuncias que están siendo presenta-dos por activistas y ciudadanos comunes, si a estos se suman los jóvenes manifestantes, la probabilidad de poner en la cuerda floja a los políticos que se niegan a conciliar acuerdos, es más realista de lo que se cree.
El autor es ingeniero ambiental
Columnas de RUBÉN CAMACHO GUZMÁN