Ventajas del arbitraje comercial: la especialidad de los árbitros
El arbitraje comercial es un mecanismo a través del cual las partes involucradas en una controversia renuncian a acudir a la jurisdicción ordinaria y acuerdan someter su disputa voluntariamente ante un árbitro independiente y experto en la materia, cuya decisión (laudo) será vinculante entre las partes involucradas en la controversia.
En tal sentido, el árbitro juega un papel esencial en el arbitraje comercial. Todo el procedimiento arbitral, la confiabilidad y la eficacia del laudo giran en torno a su actuar, lo cual a su vez debe estar sustentando en su integridad moral y buen criterio, así como su especialidad en el asunto objeto de la controversia.
Precisamente, la especialidad del árbitro en la materia objeto de la disputa, sin perjuicio de las otras fortalezas del arbitraje como ser la neutralidad, confidencialidad, celeridad, etc., constituye una ventaja competitiva con relación a los administradores en la justicia ordinaria.
Sin desmerecer los conocimientos y la experiencia de los jueces, entendemos que el arbitraje propicia una solución de mayor especialidad jurídica, técnica y económica, proporcionando a las partes una garantía calificada y adicional que no necesariamente podría ser abordada con la suficiente profundidad a través de la justicia ordinaria.
Esto tiene su asidero en la gran cantidad y variedad de causas que se sustancian en la jurisdicción ordinaria, lo cual hace muy improbable que el juez llegue a contar con la especialización de un árbitro que tiene un conocimiento profundo en una determinada materia, particularmente en aquellas que son objeto de controversia entre las partes en un proceso de arbitraje
Adicionalmente, tomando en cuenta la complejidad y la naturaleza de los temas objeto de disputa, un juez con conocimientos en materia civil y comercial tendrá que apoyarse, a su vez, en dictámenes de peritos para emitir su resolución, lo cual representa no solamente costos para el pago a los peritos, sino también mayor tiempo en la sustanciación del proceso sujeto a su conocimiento.
Asimismo, otro elemento fundamental es la facultad de las partes para elegir al árbitro que decidirá la controversia sobre la base de su conocimiento y calificaciones en la materia, lo cual es prácticamente imposible en la justicia ordinaria, ya que prevalece el derecho al juez predeterminado por ley y un sorteo de causas.
Por todo lo manifestado, la especialidad del árbitro constituye una de las numerosas ventajas competitivas del arbitraje con relación a la justicia ordinaria, que debería ser seriamente considerada por las partes que se encuentran en una controversia comercial, al momento de elegir entre uno u otro sistema de aplicación de justicia.
El autor es abogado
Columnas de MARIO BALLIVIÁN CABRERA