¡Pobres pasajeros!
Sin importar qué día sea, usar el transporte público en Cochabamba es cada vez más complicado. No sólo se trata de encontrar en qué llegar de un sitio a otro, sino de constatar que la urbe es un sitio hostil, poco habitable y donde el comercio ambulante tiene prioridad sobre todo.
Aunque la normativa prohíbe que haya nuevos puestos en la ciudad, el comercio informal aumenta. No sólo ha tomado calles como la Aroma, San Martín, Punata, Tarata y Esteban Arze, sino también pasos peatonales, como en la Ramón Rivero, la 25 de Mayo, la Plaza Colón, El Prado y ni qué decir de la plaza principal y el Correo.
El efecto de tener 120 mil comerciantes (15 mil de ellos ambulantes) es una reducción de la capacidad vial, sobre todo para el transporte público. En tanto, los particulares están casi vetados de entrar a sitios como La Cancha por el desorden.
El caos en el transporte no es ninguna novedad para quienes llevan años usando micros de los 70, trufis que llevan más pasajeros de lo debido y taxitrufis que viajan repletos. En todos los casos, sin duda, la regla es la incomodidad.
¿Qué pasa con los niños, adultos mayores y personas con discapacidad? Ellos llevan la peor parte: no sólo viajan hacinados, sino que con cada mala maniobra del conductor corren el riesgo de caerse, pierden el equilibrio y hasta se lastiman con los fierros.
Después de tantos años, los pasajeros ya deberían estar acostumbrados a ir como si fueran bultos. Sin embargo, la situación tiende a empeorar, sobre todo en los mercados, donde los comerciantes se adueñaron de todas las vías y los gendarmes brillan por su ausencia, más aún si es día de feria.
Es difícil imaginar si ocurrirá un milagro para los pasajeros cuando esté listo el tren eléctrico o cuando surja otro plan mejor. Lo cierto es que ni con tren ni con Llajtabús se podrá tener un transporte eficiente si el desorden y la invasión del espacio público siguen. El desafío para los usuarios es reclamar por un servicio de calidad.
La autora es editora de la sección Metropolitana
Columnas de KATIUSKA VÁSQUEZ