Una mujer es completa, así como es
Hace pocos días estaba yo subiendo a un minibús, y entre empujones y pisotones, “sin querer queriendo” escuché una conversación entre dos mujeres, aparentemente madre e hija.
La joven tendría algo así como 28 o 30 años, ya profesional, trabajando en alguna institución. Y pese a ello se notaba a la madre poco conforme con la trayectoria de su hija porque aún no estaba casada y, por ende, no le había dado todavía esos nietos que tanto anhelaba.
Es un pedido que creo que todos llegaremos a hacer a nuestros hijos algún día; querremos conocer a nuestros descendientes, pero entre frase y reclamos dijo unas palabras que me llegaron al hígado: “Nunca llegarás a ser una mujer completa si no te casas, tienes tu marido y tus hijos”.
Quise brindarle todo mi apoyo a la hija, que seguro disfruta de su independencia económica y, sobre todo, del pensamiento que no necesita un hombre para sentirse “completa”, porque ésa fue precisamente la respuesta que le dio a su madre, con todo el respeto y cariño que pudo, claro.
La presión que sienten día a día las mujeres, por no estar casadas y con hijos a cierta edad, aún pesa en nuestro entorno. Todos los días escuchan el mismo cuento de sus familiares, amigos y sobre todo padres.
Pero sólo ellas saben lo que quieren y lo que pasa en sus vidas. Sólo necesitan que las apoyen y las acepten así como son, con sus decisiones. Sólo déjenlas en paz, por favor.
La autora es periodista deportiva de Los Tiempos
Columnas de Betty Rojas Rodríguez