Columpios rotos y el encanto de los parques en riesgo
Cochabamba aún está entre las ciudades con los parques infantiles más lindos del país, pero corre el riesgo de perder este atractivo por el descuido, abandono y deterioro en el que se hallan muchos de ellos.
La ciudad puede estar orgullosa de sus 12 parques: Acuático, Vial, Teleférico, Familia, Oblitas, Tobogán, Kanata, Suecia, El Pulpo, Coña Coña, Escuela y Bicentenario. No son sólo sitios para el descanso en medio de la vorágine de la ciudad, sino también espacios verdes y el hábitat de decenas de aves como loros, cotorras, horneros y golondrinas.
Una muestra del deterioro de espacios es el parque Vial. Un lugar pensado para que los niños aprendan a caminar seguros por las calles tiene los semáforos descompuestos. La mayoría de la señalización está dañada, los pasos de cebra se han borrado. Gran parte de los aparatos de gimnasio están rotos y el trencito, descolorido a pesar de la abnegación con la que los trabajadores de Emavra hacen el mantenimiento.
Hay muchos ejemplos: el parque de la Familia o Aguas Danzantes está sin su fuente principal por una disputa legal desde hace siete meses. El Acuático no ha renovado sus juegos, su bosquecillo está seco y sin un muro que lo separe del complejo de piscinas.
La mala hora de los parques parece estar muy ligada a la crisis financiera de la empresa de parques, Emavra. Pero, también, a la falta de visitantes. Son contados los parques que se llenan los domingos, la mayoría está con poca gente.
Emavra tiene un déficit de 43 millones de bolivianos. Su siguiente desafío es que los parques se renueven y vuelvan a llenarse. El descuido es una señal de cuánto se piensa en los niños y es penoso constatar que en barrios como Villa Cosmos y Villa Jerusalén los parques tienen columpios rotos y resbalines viejos.
La autora es Macroeditora de Los Tiempos
Columnas de KATIUSKA VÁSQUEZ