Lo que dijo Sanders
Algún lector recordará que en artículos pasados vertí agrias expresiones contra los excesos del imperialismo estadounidense. Particularmente me referí a los bombardeos de la aviación de EEUU sobre los bosques de Vietnam, que esparció perdigones y un terrible químico conocido como agente naranja.
Han sido crímenes de tal magnitud contra la naturaleza, que no tienen perdón; que han degradado a las fuerzas armadas americanas y, de paso, también al pueblo americano. En cuanto al gobierno federal estadounidense, el castigo ya está manifestándose con Trump presidente.
Con motivo de la candidatura en curso dentro de las elecciones primarias en el partido demócrata, se ha traído a recuerdo que, en 1972, Bernie Sanders expresó públicamente que la actuación de su país en Vietnam era casi a la par de lo hecho por Hitler. Como podrá apreciar el lector, no soy el único que cree que las fuerzas armadas de Estados Unidos, su gobierno federal y hasta su pueblo, se han envilecido.
El castigo sobreviene. Veamos Alemania. Para comenzar, Prusia ha dejado de existir. De la Prusia Oriental, la antigua Borusia de los borusos, actualmente la mitad es de Rusia y la otra mitad de Polonia. Pomerania occidental y Silesia son de Polonia.
Cuánta razón tuvo el káiser Guillermo cuando fue reticente y escéptico para aceptar ser emperador de Alemania. Sacó una moneda con su imagen y leyó: Rex Borussorum , “rey de los borusos”.
Con Alemania reunificada, se desarrolló un nacionalismo alemán desaforado que culminó con el nazismo y Hitler. No por eso se desplomó Alemania, como que sigue siendo un motor económico en Europa; pero pasó de potencia de primera categoría a ser una de segunda.
Pasó de ser líder en ciencias y particularmente en física y matemática, a ocupar un lugar honorable pero discreto. Su población se desploma.
En Estados Unidos se tiene a Trump, que es como Bolsonaro en ridículo, mientras que el presidente brasileño es simplemente siniestro. La aviación y la marina estadounidenses son recompensadas con aviones carísimos y de segunda como sus bombarderos B-2 y sus cazabombarderos F-35, y también con nuevos barcos destructores incapaces de hacer frente una tormenta en altamar.
El pueblo estadounidense se droga, incluso con estupefacientes provistos por sus médicos. Pero todos sabemos que EEUU es una gran nación; simplemente decae irremediablemente.
En todo caso este siglo XXI es uno de contracción económica, al menos como lo ha expuesto el gran historiador de la economía Fernand Braudel.
Empero, como también ha expuesto Braudel, un mal siglo por causas desconocidas y posiblemente climáticas, bien puede remediarse en mayor o menor grado por el dinamismo de la economía industrial. Además, como bien señaló, en un siglo que tiende a la contracción bien que ocurre que algunas regiones tienen una época de prosperidad, como India en el siglo XVII y actualmente China y en menor grado India.
Y a pesar de esta nota optimista, vemos cómo Europa y Estados Unidos están bajo el flagelo de las drogas. Además, la actual epidemia de coronavirus parece ser presagio de pandemias que son capaces muy de hacer retroceder el desarrollo económico y social.
Con esto volvemos al dicho de los antiguos: De te fabula narratur, “de ti cuenta la fábula”. Lo narrado no es solamente sobre otros países o para el caso sobre Estados Unidos y Alemania, sino sobre nuestro país, sobre Bolivia, con la amenaza de la degradación de los bosques y del despojo con etnocidio de los pueblos originarios de ellos; esto además de la producción de cocaína.
El autor es escritor
Columnas de BERNARDO ELLEFSEN