Sobrevivir a la pandemia
Este texto también podría titularse A través de la cuarentena para describir un poco cómo transcurren nuestros dias en medio de la vorágine desatada por la pandemia del coronavirus que, implacable, ha producido más de tres millones y medio de infectados y más de un cuarto de millón de fallecidos. Sí, estamos viviendo tiempos apocalípticos. A diferencia de cuando la gripe española de 1918 arrebató la vida a 50 millones de seres humanos, hoy podemos llevar la cuenta exacta por región, por país, hasta por provincia en un cuadro de tres columnas, la de afectados, fallecidos y dados de alta.
En Suecia ha sido necesaria la presencia del jefe de Gobierno quién en pocos minutos primero anotició de la mala nueva dejando la administración de la pandemia en manos de la autoridad sanitaria. Segundo pidió a los mayores de 65 años no salir de sus casas y tercero ordenó cordialmente no visitar a los mayores, so riesgo de contagio inminente. Hasta el jueves, los fallecidos eran más de tres mil, la mayoría ancianos en hogares de mayores asistidos por médicos y enfermeras 24 horas. De entre los primeros mil, el 50% eran de origen extranjero especialmente afganos y somalíes.
La forma de tratar la pandemia en Suecia ha sido destacada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un modelo y la prensa mayor ha mostrado a gente sin barbijo paseándose por las calles y concurriendo a restaurantes, eso sí la distancia física se ha mantenido a rajatabla y los abrazos y apretones de mano pasaron a la historia.
Para los mayores de 80, como mi esposa y yo, prevalecen reglas más severas impuestas por los hijos, impedidos de permanecer en el mismo ambiente y los eventuales encuentros (entrega de comestibles y/o medicinas) siempre a distancia. Desde luego, ninguna visita, lo que no impide el contacto médico, ejemplos: tengo visita al oculista dia y hora fijados hace un mes, Jenny recibirá una enfermera que le tomará muestra de sangre en el domicilio, los resultados directamente al médico tratante que le mandará una carta breve con las indicaciones. Ambos tenemos provisión de medicamentos por tres meses.
Los departamentos dotados de agua fría y caliente las 24 horas, teléfono, Internet, radio y TV funcionando regularmente, así como el aseo de corredores, ascensor, correo y hasta el diario que se deposita en el buzón del departamento. También la economía funciona como un reloj, la pensión calendarizada llega puntualmente, los pagos se hacen por computadora incluyendo el alquiler y servicios. O sea, todo previsto para sobrevivir al virus en cuarentena restringida.
El autor es periodista
Columnas de MAURICIO AIRA