El tratamiento con antirretovirales a personas con VIH durante la cuarentena
La primera cuarentena establecida por la pandemia de Covid-19, desde el 22 de marzo hasta fines de mayo del 2020, afectó a las personas con VIH que están en tratamiento con antirretrovirales (ARV), como también en el diagnóstico de las nuevas infecciones por VIH.
El Instituto para el Desarrollo Humano-Bolivia (IDH) realizó una encuesta flash (sondeo), de manera virtual, para conocer la situación que provocó la Covid-19 en las personas con VIH que están en tratamiento, tomando en cuenta el estado socioeconómico y la familia, durante la cuarentena. El sondeo fue voluntario y anónimo, se realizó del 27 de abril al 31 de mayo, respondieron 98 personas entre 18 a 71 años. La edad media es de 34 años.
El 85% de las personas con VIH o sida que respondieron al cuestionario son de Cochabamba y el resto, de otros departamentos. El 81% pertenece al sexo masculino, de estos, casi la mitad se identifican como de la diversidad sexual. La mayoría realiza actividades económicas en el sector informal: comerciantes, vendedores, choferes, albañiles, estudiantes, empleadas domésticas, etc.
La mitad de las personas con VIH o sida vive en alquiler, solo una cuarta parte tiene casa propia y los demás viven con un amigo o no tienen domicilio fijo. El 25% de las personas encuestadas, refieren que en su domicilio hay dos o más personas con VIH, pero no todas están con tratamiento de ARV. El 5% tienen al menos un niño que toma también ARV en la familia, y un porcentaje similar suspendió su tratamiento durante la cuarentena, la mediana es de 6,5 días.
De acuerdo con las instrucciones del Ministerio de Salud, la mayoría recogió sus medicamentos para dos meses, por la pandemia de Covid-19 (la OMS recomienda tres meses). Los principales obstáculos para recibir su tratamiento ARV, fueron la distancia y la ausencia de transporte público. Cerca de la mitad tiene el temor de ser controlado y maltratado por la Policía. Lo que más les preocupa, es el miedo de infectarse con el coronavirus y no poder tener atención en los servicios de salud y carecer de los medicamentos ARV.
El 76% tenía un trabajo antes de la cuarentena, el resto no tenía o solo trabajaba en forma eventual. El confinamiento afectó de manera significativa a sus escasos ingresos económicos, actualmente la cuarta parte de esta población tiene dificultades para satisfacer sus necesidades diarias de alimentor.
La televisión fue el principal medio para recibir información sobre el coronavirus, como también las redes sociales. Sabemos que no todas las personas con VIH tienen acceso a Internet.
La principal medida de protección para evitar el contagio fue el lavado frecuente de manos, utilizar barbijos y quedarse en casa, aunque para la cuarta parte de las personas con VIH esta opción no ha sido posible por razones de subsistencia alimentaria.
Cerca de la mitad de los encuestados mencionaron que no tienen alguien de confianza con quien compartir sus miedos y preocupaciones, muchos de sus familiares no saben que viven con VIH o los echaron de su casa.
Desde hace años, el IDH-Bolivia ha abogado para que los servicios de salud sean descentralizados, empezando con el diagnóstico, exámenes de laboratorio y el tratamiento de las personas con VIH.
El Gobierno ha recibido durante muchos años, del Fondo Mundial, apoyo económico de varios millones de dólares para el VIH, apoyo que tenía el objetivo de descentralizar los servicios. Lamentablemente, este proceso no ha sido realizado, y a pesar del pedido de auditoría a los responsables nacionales del Programa VIH/sida, por parte de la sociedad civil, no hubo ninguna respuesta concreta. Es lamentable que la Covid-19 esté destruyendo nuestra salud, la economía, nuestras relaciones sociales, el arte, el turismo, pero no la corrupción.
En diferentes países, y también en Bolivia, los ministerios de Salud están concentrados en la Covid-19, descuidando las otras patologías que son también importantes para la población. Existe el riesgo de que el VIH u otras infecciones de transmisión sexual resurjan y empeoren las condiciones sanitarias actuales.
El autor es director del Instituto para el Desarrollo Humano – Bolivia, Idhbolivia.org
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