La ejemplar solidaridad europea
El martes julio 21, después de cinco días y noches de enconadas negociaciones, los países “frugales” de la Unión Europea (UE): Austria, Holanda, Dinamarca, Suecia, luego Finlandia, (Alemania es del grupo pero esta vez hizo de intermediario), y los “del sur:” España, Italia, Portugal (Francia es del grupo pero también intermedió), y demás miembros de esta unión de países geográfica, lingüística, histórica y de idiosincrasias diversas, hicieron época –a todas luces– única al acordar enfrentar la más agobiante y dura crisis de su historia aprobando nada menos que 750.000.000.000 de euros o 857.000.000.000 de dólares, de ayuda, sobre todo a España, Italia y Grecia, devastadas por la Covid-19. Y eso que Capital Economics proyecta que el PIB de Alemania en 2020 descenderá en un 5%, el de Francia 8% y el de España 12%.
La ayuda fue promovida por la normalmente líder de los “frugales,” la canciller Ángela Merkel, a la que se une el presidente Emmanuel Macron para dar una señal de solidaridad continental como secuela constructiva a la debacle del “brexit”. “Europa ha mostrado que puede actuar al unísono cuando la situación lo exige. Circunstancias excepcionales requieren decisiones excepcional,” dijo la señora Merkel a la prensa al amanecer del martes, para añadir: “hemos demostrado que el emprendimiento de 27 países de diferentes antecedentes, actuando juntos, puede dar resultados positivos para todos”. Esto ocurre en momentos en que EEUU continúa mostrándose reacio a desandar lo andado en política internacional desde que el actual gobierno republicano tomó el poder en detrimento de más de medio siglo de diplomacia constructiva con la UE.
El acuerdo hace que por primera vez los países europeos puedan acopiar grandes cantidades de dinero vendiendo bonos, de manera colectiva en vez de individualmente, y la mayor parte de ese dinero será entregado a los países más en forma de concesiones sin cargo de devolución, y no como préstamos que aumentarían la deuda pública.
Pero no fue fácil. Negociaron con mascarilla y distanciamiento el viernes, sábado y domingo hasta el amanecer del lunes en que siguieron discutiendo detalles, hasta el martes en la mañana cuando el agotamiento hizo que los guantes diplomáticos y las mascarillas vuelen para luego escuchar a Merkel que movió el fiel de la balanza a favor de la ayuda. Notable logro de europeos que viene a ser un cúmulo histórico de monta. ¡Y qué ejemplo para el mundo de hoy! Sobre todo, para la actual administración de EEUU.
P. Legrain, profesor de la Universidad de Munich refiere que en tanto los europeos pueden ayudarse en crisis, el problema fundamental sigue latiendo, y complementa: “esa ayuda no resuelve la distorsión de precios de la UE donde los del sur no pueden competir con los del norte”. Y su colega S. S. Roach, de la Universidad. de Yale, opina que ”la ayuda en conjunto de la UE es fundamental para afianzar el grupo y así acelerar el ascenso del euro y, desde luego, el descenso del dólar que está sobrevalorado debido al deterioro de los balances macroeconómicos de EEUU”.
Lo que corrobora que el país americano tiene un gobierno que viene renunciando a su histórico rol de líder internacional, ante una UE que se afianza aún más con el plan de rescate que va a acelerar el ascenso del euro como moneda de pago internacional, en detrimento del dólar. Lo que interesa poco al actual gobierno de EEUU y su afán de figurar menos internacionalmente. Un error histórico que contradice paradójicamente lo de “hacer a América grandiosa nuevamente”.
El autor es miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua, jvordenes.wordpress.com
Columnas de JORGE V. ORDENES-LAVADENZ