¿Represión?, ¿garrote?
La otra mañana, un joven asambleísta del MAS, al ser consultado sobre el comunicado del Ministerio de Gobierno de no coadyuvar al control de la cuarentena de los domingos (determinación asumida por el COED ¿?) y otras instruidas por el COEM, señala que el Gobierno central no está de acuerdo con la “Represión ni con el garrote”.
Yo no sé qué les sucede a las personas (por muy intelectuales que sean), que se convierten en unos ridículos repetidores de consignas partidarias.
“El ladrón cree que todos son de su condición”. Señor asambleísta, no confunda el garrote ni la represión con acciones de cuidado y resguardo del bienestar común.
Garrote y represión hemos tenido, y mucho, durante los 14 años del régimen anterior; garrote y represión era lo que buscó el MAS para tapar su fraude electoral de 2019.
¿Le suena el “ahora sí, guerra civil”? ¿le suenan las órdenes de bloquear las ciudades para matarlas de hambre?, ¿le suenan las noches de terror en La Paz, Sacaba, Montero, Senkata, y los Pumakatari? ¿Le suena el DS 4461 que aprobó este Gobierno para liberar de culpa a todos los involucrados en delitos tipificados en el Código Penal?
Debería sonarle, señor asambleísta. Eso fue garrote y represión que no siempre viene de quienes calzan botas ¿no ve?
En una semana, Bolivia, país con altísimo número de fallecidos por Covid, se quedará sin oxígeno, ya no tiene camas libres en los hospitales y las farmacias advierten que habrá falta de medicinas.
Señor asambleísta, ojalá que su Gobierno sepa responder a la altura de esta crisis. Colaboren con lo que les corresponde y olvídense de la represión y el garrote que –al menos desde este otro lado de la acera– no se suelen considerar semejantes medidas.
La autora es comunicadora social
Columnas de MÓNICA OLMOS