La juventud se abre caminos frente a una Bolivia hostil
Poderosos ejemplos de esfuerzos, éxitos y de logros se vienen observando en las redes sociales. Son protagonizados por talentosos jóvenes y señoritas, que frente a las puertas que se cierran en oportunidades laborales en empresas públicas y privadas han logrado sobresalir y afrontar los problemas, cultivando y haciendo conocer sus potencialidades y creaciones. Albertina, Biancaflor, Mayte….
Son varios los casos que deben servir de inspiración a los tres millones de jóvenes que Bolivia tiene en sus entrañas. Millones de voces, de manos, de energías, de capacidades, de rostros que se han visto últimamente golpeados por la pandemia de Covid, por la crisis económica, por el despido masivo de sus padres y madres de sus trabajos, por las puertas que se van cerrando y se cierran, ya que los requisitos para ingresar a una empresa contemplan tener experiencia laboral, años de trabajo, etc.
Bolivia es un país joven; pero las políticas públicas hacia este gran sector han sido menores en escala. Más allá de que el Gobierno tenga una señorita de 19 años como viceministra de Deportes, que es una señal importante, ese ejército de jóvenes requiere de un mejor sistema escolar, un mejor sistema universitario, acceso a seguros de salud, a créditos para encarar un proyecto propio, a tener mejores condiciones para el ejercicio de los derechos humanos.
Precisamente con el ánimo de dialogar y provocar en esta juventud las ganas de seguir adelante, de no dejarse atrapar por los vicios y las adicciones de las drogas, el alcohol o de los males sociales, como la delincuencia, es que venimos compartiendo con estudiantes de secundaria una serie de charlas sobre la drogadicción, la violencia sexual. En los talleres hay la presencia activa, curiosa, preocupada y esperanzadora de ellos, que se sienten parte de la Bolivia que los proclama en sus discursos, en sus promesas, que buscan espacios para sostenerse y no caerse. Hay una enorme sed de ser mejores cada día.
Hoy la juventud está siendo acosada por una serie de problemas y delitos en diferentes campos. Las noticias de violaciones grupales son permanentes, los involucrados son jóvenes. Los índices de consumo de drogas han aumentado en la población juvenil de forma alarmante, así lo ha alertado la Oficina para la lucha contra las Drogas de la ONU. Las señoritas son víctimas de la trata y tráfico de personas, además de la explotación sexual. Al año desaparecen alrededor de 500 mujeres en Santa Cruz, de las cuales pocas vuelven a aparecer. Cada día en Bolivia se registran entre ocho a 10 casos de violaciones a niñas y adolescentes. Las empresas y fábricas se cierran para los profesionales o técnicos jóvenes, que muchos recurren a un préstamo para adquirir su moto y trabajar de delivery. Cada vez hay más problemas sociales para este sector de la población.
Ahí está la juventud golpeada, pero firme para alzarse de forma permanente. Precisamente en los diálogos los estudiantes dejan traslucir sus enormes potencialidades y esperanzas que tienen para no dejarse arrebatar lo que tienen sus corazones y en sus mentes: el coraje, la valentía, la creatividad y el amor propio, porque cada uno es dueño y constructor de su propio destino y decisiones.
Así como le decía el Quijote de la Mancha a su compañero de viaje, Sancho Panza, “la libertad, mi querido amigo, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra, ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida; y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Cada uno es artífice de su aventura”.
Por ello, en estos tiempos hemos visto con alegría el triunfo de varios jóvenes, que vienen usando las redes sociales y sus carismas para alzar vuelo y bien alto. Además, una cosa es fundamental para los jóvenes, algo que tienen innato y que deben aprovecharlo al máximo: es aquello que el capitán Ahab, el que persiguió a la enorme ballena blanca, Moby Dick, arengaba a sus marineros en alta mar:
“¡Cualquier cosa menos abandonar! ¡Para eso os habéis enrolado, marineros, para tratar de dar caza a esa ballena blanca por todo el mundo, por toda la tierra, hasta que arroje su negra sangre y flote panza arriba! ¿Qué decís a eso, marineros? ¿Me echaréis una mano para llevar a cabo esta tarea? Porque creo que tenéis coraje…”.
Ése es el camino estimados jóvenes y señoritas. La vida está llena de retos y riesgos, que ustedes deben conocer y afrontarlos, sin miedos ni complejos. Son jóvenes, llenos de vida, entusiasmo, capacidad y ganas de triunfar, porque tienen coraje y talento. El mundo está esperando que ustedes lo conquisten, no esperen que otros lo hagan.
Columnas de HERNÁN CABRERA