Obstáculos que nos generamos
Cada mañana, muy temprano muchos bolivianos se disponen a trabajar por cuenta propia, ya que dependen de sus propias ventas diarias para cubrir sus gastos familiares, como es llevar el pan a sus hogares.
Los conflictos que se suscitan en nuestro país, regularmente por intereses de particulares, implican medidas de presión como paros y bloqueos, como ocurrió hace poco en el departamento de Santa Cruz, por ejemplo, o anteriormente en el ciudad de La Paz, con el sector cooperativista minero. Estos, sin duda, son factores que no ayudan a la economía y afectan a los bolivianos que viven de las ganancias del día, es decir, que tienen una economía de subsistencia.
La violencia física y psicológica generada por estos conflictos se convirtió en parte de la vida cotidiana de muchos ciudadanos. Pareciera que ya estamos acostumbrados a conductas que nos perjudican a nosotros mismos y no nos permiten desarrollarnos como país.
En referencia a los días de paralización en el departamento de Santa Cruz, según lo informado por el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), el conflicto se tradujo en 106 millones de dólares menos de recaudación, lo cual seguramente incrementa el perjuicio anunciado por el Ministro de Economía el pasado mes de noviembre, cuando afirmaba que ese departamento tuvo pérdidas económicas de 503,7 millones de dólares, siendo el sector agropecuario el más afectado con 128,8 millones de dólares, seguido por la industria manufacturera, con 73 millones de dólares, las actividades de alojamiento y turismo con 44 millones de dólares y otras actividades y servicios con 17,7 millones de dólares.
Ahora que estamos en una pausa por las fiestas de fin de año, nos encontramos evaluando los daños y estamos convencidos de que sin duda una vez más el tiempo da la razón, es decir, que el camino es el diálogo y la coordinación entre las partes enfrentadas para resolver y prever conflictos, además de cuidar la economía.
Como el pedagogo y filósofo Paulo Freire nos dice, el diálogo implica una mentalidad que no florece en áreas cerradas, autárquicas. Asimismo, estas paralizaciones a las actividades afectan al crecimiento de la economía del país, ya que la proyección de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) que se tiene para este año es 5,1% y estos bloqueos que se presentaron este año pueden generar una disminución de entre el 1% y 1,5% el crecimiento del PIB.
Debemos tomar conciencia de lo ocurrido y para el futuro reflexionar cuál es el mejor camino para nuestro país, más aun considerando que estamos saliendo de una crisis mundial de la pandemia de Covid-19 y no podemos afectar la generación de ingresos, ya que necesitamos trabajar y desarrollarnos, además de ser solidarios con las economías de subsistencia, pero por sobre todo debemos aprender a no generarnos obstáculos entre nosotros mismos como bolivianos.
Columnas de MIJAEL CHOQUE ESTRADA