La subversión tiene nombre y apellido: Morales Ayma
La subversión es un delito contra el orden público ”se atribuye a quienes se alzan pública y en tumulto para impedir, por la fuerza, la aplicación de la Ley”. Los juristas son más concretos todavía. El delito de sedición es para impedir que las autoridades apliquen la Ley. Este delito y el de rebelión, según el código penal de la mayoría de nuestros países, establece penas entre 10 y 15 años de cárcel y la inhabilitación de por vida a ejercer cargo público. En tiempos no lejanos, la sedición se pagaba con la pena de muerte.
Útil conocer al menos cinco de los países que penalizan la sedición:
+ Alemania, regula en su artículo 125 del código penal. La ruptura de paz pública o perturbación del orden público se castiga con multas y hasta tres años de prisión. Si en la acción intervienen armas, la pena puede ascender hasta los 10 años.
+ Italia. No existe la figura de sedición como tal, pero el artículo 655 del código penal italiano recoge los delitos por reuniones “sediciosas”, que son aquellas que implican “rebelión, hostilidad, excitación ante la subversión de las instituciones públicas”. Aquellos que formen parte se enfrentan a penas de prisión de hasta un año.
+ Francia. El delito que podría compararse sería el de resistencia, que hace referencia a la oposición violenta a aquellos que tienen autoridad. Las penas van desde dos años de prisión y multas de 5 a 10 años si hay circunstancias agravantes.
+ Bélgica. Existe el delito de “rebelión” que se refiere a atentados o resistencia a la autoridad con violencia o amenazas a las fuerzas del orden. Las penas van de 3 a 5 años de prisión y hasta 10 si el acto es deliberado.
+ Portugal. Existe el delito de desobediencia colectiva, penado con hasta dos años. También se recoge el delito de alteración violenta del Estado, que se castiga con penas de 3 a 12 años o puede subir hasta 15 si se utilizan armas.
Queda claro que nos estamos refiriendo a las recientes declaraciones de Evo Morales desde Chapare “reuniones con militares y policías pasivos, pero también activos que vienen participando de nuestros planes para el próximo gobierno”. Estas declaraciones fueron negadas por el subversivo. “Me han tergiversado”, manida frase con que dice lo que le viene en gana.
Nos tiene fatigados a los comunicadores “militares patriotas” o “policías patriotas” como fuente de sus contactos y es que Morales Ayma siempre apeló a este truco para mentir, decir medias verdades o engañar a ciudadanos, por lo que se impone la investigación reclamada por opositores y personalidades. Basta de embuste, de subvertir el orden, de lanzar globos de ensayo de manera irresponsable y burda.
Columnas de MAURICIO AIRA