El auto de la Embajada
Una de las enseñanzas más arraigadas que Evo Morales recibió en sus casi 14 años como presidente de Bolivia es que los Gobiernos extranjeros aliados pueden ser inmensamente generosos con él.
Así, por ejemplo, recibió un canal de televisión completo, cero kilómetros, del Gobierno de Irán. Del mismo modo, Cuba le abrió todas las puertas de sus hospitales para tratar su rodilla o su garganta.
Ahora, cuando ya no es presidente, la Embajada de Venezuela le presta una vagoneta, que, según cálculos periodísticos, está valuada en 160 mil dólares.
El vehículo fue registrado en una foto durante la ch’alla de la casa del expresidente en Chapare.
Cuando la periodista Jimena Antelo le preguntó en “Fama, Poder y Ganas” sobre el auto, Morales montó en cólera. No sólo reconoció que es un auto prestado por la Embajada de Venezuela, sino que, de manera grosera, le dijo a Antelo que aquello era como preguntarle “con quién se había divorciado”.
Morales cree que una pregunta sobre el auto en el que se mueve es una invasión a su vida privada. No lo es. Que Venezuela le asigne una camioneta al jefe del principal partido político de Bolivia debería ser un escándalo en un país con libertad de prensa.
Columnas de LA H PARLANTE