Verdades anunciadas
Desde hace años que se le advierte al Gobierno acerca de las reservas y el tipo de cambio. Los economistas más serios, con infinidad de argumentos, sugirieron bastantes soluciones, precisamente para evitar la difícil situación actual.
El Gobierno no hizo nada, obviamente, ocupándose más bien en desacreditar a quienes señalaban la imposibilidad de sostener una tasa fija con reservas decrecientes.
Estoy convencido de que esto funcionó no solamente por la borrachera ideológica de Morales, Arce y compañía, seguros de su infalibilidad.
También ayudó un sentimiento bastante común: negarse a aceptar la realidad, sobre todo cuando dicha realidad no es muy agradable.
El ser humano promedio, especialmente en esta época, preferirá creer en cualquier magia y superstición antes que enfrentar la dura realidad. En ese sentido, me parece que los bolivianos somos extremadamente... humanos.
La subvención a los combustibles no puede durar para siempre. En algún momento, más pronto que tarde, será necesario modificar el sistema actual. Me pregunto si, como con el dólar, esperaremos hasta el último minuto para tomar decisiones.
Como me cuesta creer en supersticiones primitivas y en gobiernos infalibles, creo que tengo una respuesta. Lo que no me impide, desde ahora, advertir el peligro y sugerir alternativas, aunque nadie haga mucho caso... Pero, ¿qué opina usted?
Columnas de ERNESTO BASCOPÉ