Bolivia: perspectivas negativas de crecimiento
Bolivia, según las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), este 2023 tendrá un crecimiento económico de 1,8%, en la misma línea, el Banco Mundial estableció un 2,7% para esta gestión. Ambos organismos internacionales de financiamiento estimaron que en 2024, inclusive, el incremento del PIB real nacional no superará el 2,1% anual.
Dentro del contexto de América Latina y el Caribe, tendremos un crecimiento económico “muy moderado”, sin muchas expectativas, debido principalmente a la actual coyuntura nacional, que se reafirma con los informes negativos de nuestra economía a nivel internacional.
Sin embargo, es importante destacar el crecimiento de Paraguay que alcanzaría el 4,8% este 2023, y la recesión de Chile, cerca del -1% este año. Las potencias de la región, Brasil y México tendrán un crecimiento económico “humilde”, ambas deberán luchar con procesos inflacionarios y la paradoja de subir o no sus tipos de interés. Como dato, Bolivia si bien tendrá un crecimiento económico mayor a estos países, apenas representa alrededor del 3% de sus respectivos PIB nacionales.
Estas proyecciones distan bastante de lo planificado por el gobierno central que preveía un crecimiento del PIB de 4,86% para este año, lo que dependerá mucho del manejo de su déficit fiscal, 7,49% programado para este 2023, la administración de su deuda pública, más del 80% del PIB, y sobre todo de la recuperación imperante de las reservas internacionales netas (RIN), que cayeron en un 77% desde 2014, eso, además de varios otros factores.
No se tienen datos oficiales aún por parte del INE, pero autoridades como el ministro de Economía y el presidente del Estado indicaron que la economía nacional creció cerca del 4% el año pasado, 2022, con un PIB nominal aproximado de 43 mil millones de dólares. El Banco Mundial y el FMI, en sus análisis propios, indican que Bolivia rondó un crecimiento económico cercano al 3,2%.
La única verdad, es que este año difícilmente llegaremos a las metas establecidas en el ámbito macroeconómico tanto en crecimiento como en inflación, inversión y déficit fiscal, y que los resultados no solo dependerán de la implementación de políticas económicas sensatas, sino también del contexto internacional, donde el financiamiento externo será clave para evitar una posible crisis, ya que nuestra economía estará aún “atada” a un tipo de cambio fijo, donde las subvenciones son clave para mantener el poder adquisitivo de nuestra moneda.
Columnas de LUIS FERNANDO ROMERO TORREJÓN