¡Aquí están, estos son!
Estamos asistiendo al resultado del mentado “proceso de cambio” que comenzó a ejecutarse en enero de 2006 en el país. La desaparición del dólar de la faz del “pluriestado” es el informe de patología, aviso de lo que se viene: inevitable y muy feo.
¿Qué ha sucedido? ¿No estábamos “blindados”? ¿No éramos un “modelo” de estabilidad y crecimiento para el mundo”? Pues no. La bonanza económica financiera resultó de factores ajenos al desempeño del gobierno del MAS, en especial, de los altos precios internacionales del gas y los minerales que derivaron en un récord histórico de ingresos al TGN, destinados a la subvención de empresas estatales deficitarias, la financiación de obras inútiles y sobredimensionadas, gastos suntuarios y caprichos de los estrenados poderosos y, por supuesto, la corrupción de militantes del “proceso” en el marco de su absoluta impunidad, como en el caso del Fondioc, en el cual las cifras “van desde los conservadores 102 millones de bolivianos, según el Gobierno, hasta los 600 millones de dólares, según investigaciones independientes”, conforme apunta Wilson Aguilar en una nota de Los Tiempos, el 22/04/2022, sin sanción a los autores, ni recuperación de monto alguno. Eso sí, con la muerte del denunciante Marco Antonio Aramayo en manos del aparato jurisdiccional convertido en sistema de liquidación civil, moral y física de cuanto ciudadano peligroso para el régimen aparezca.
No fue solo eso. Se sumaron los recursos entregados por la dictadura chavista, de naturaleza y montos oscuros al eludir el control fiscal. Fueron dispuestos a discreción en lo que se vino a llamar “Evo cumple”. Difícil olvidar la festiva entrega de cheques a las alcaldías masistas en folklóricos actos casi mágicos, pues no se requería hacer estudios ni llenar requisitos para que el cheque pasara de una a otra mano, simplemente. Como fiesta de reyes de año completo, los regalitos eran repartidos por quien aparecía como su dueño, ganándose el servilismo de los “pobrecillos” alcaldes que reprodujeron esa conducta hacia abajo. En medio, se fortaleció la experticia en la mendicidad manifestada en el aumento de deuda externa e interna, sobre las cuales no hay datos oficiales actualizados.
De acuerdo con una noticia de la página web del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas del 23/01/2020, en 2007 la deuda externa era de $us 2.208 millones. Considerando el récord de ingresos al TGN, no se explica que desde entonces hasta 2019, según la fuente mencionada, esta deuda se hubiera quintuplicado, alcanzando a $us 11.079 millones, y peor aún al constatarse que fue destinada a financiar megaproyectos sin justificación técnica, económica ni financiera. Sobre la deuda interna, la Cámara de Comercio de Santa Cruz informa en 2022 que llegó a Bs 95.253 millones ($us13.684,77) en 2021. La suma asusta. Sin considerar la mano en la lata de los aportes para la renta de vejez.
Y sigue. Dato oficial del Banco Central de Bolivia disponible en la web dice que en 2014 las reservas internacionales netas (que abarcan divisas y oro), llegaron a su punto más alto con $us 15.122,8 millones. Al 8 de febrero de 2023 habían caído a $us 3.538 millones. En el mismo mes, el régimen presentó un proyecto de ley de compra de oro destinado “al fortalecimiento de las reservas internacionales”. Falacia: en realidad es para vender el oro de las reservas. En otras palabras: hay que vender las joyas de la abuela porque no hay efectivo. ¿Para qué? Para importaciones por unos tres meses y unos cuantos negociados, con seguridad. ¿Solución? No.
En síntesis, lo que ha sucedido es el logro de los objetivos de un plan inspirado en todas las experiencias que desde 1917 han producido miseria y opresión en el mundo, cuya esencia es la consolidación de una minoría en el poder para enriquecerse sobre la base del despojo y el sometimiento de la gente, liquidando sus libertades y usurpando sus propiedades, como expone Antonio Escohotado en su portentosa obra Los enemigos del comercio.
La casta incompetente, descalificada y resentida en el poder desde 2006, contraponiendo sueños a las realidades para convencer de que la culpa de las desgracias es siempre de otros y que para prosperar hay que usurpar, inyectando odio para dividir y confrontar a la sociedad; autora de la cancelación del Estado de derecho con concentración del poder mediante la subordinación de todos los órganos del Estado al Ejecutivo, pervertidora de la democracia convirtiendo al sistema electoral en su agencia de manipulación y fraude para reproducirse en el poder, esa casta indeseable “se ha farreado el patrimonio del país”.
Y los mayores responsables son esos “hermanos”, iguales e inolvidables: El fugado y su “superministro Arce Catacora que es el mayor problema del presidente Arce Catacora”, como dice el humor popular en estos últimos días. Con ellos, el autor de que 90 x 3 es 180 y el que puso el reloj a marchar hacia atrás, el mismo que cree que la descolonización empieza por el colon. Y como van las cosas, estamos en riesgo de acabar realmente descolonizados, en la Edad Media.
La autora es abogada
Columnas de GISELA DERPIC