La carta de Ramón
Fue en febrero de 2001. El sacerdote boliviano Pedro Lima Salazar es separado de la Compañía de Jesús tras una década de esfuerzos pastorales y estudios de teología.
El encargado de informarle sobre su despido es el provincial Ramon Alaix, cura español, uno de los suspendidos este mes por el caso Pedrajas.
En la carta de Ramón no se aclaran las causas de la exclusión. Sólo se le reprocha lo siguiente: “Eres muy líder, te gusta tomar las propias decisiones y vas adelante a pesar de que tus compañeros no te sigan”.
¿Es esa una razón válida para expulsarlo de la orden?
Se le dice que la Compañía de Jesús pagará sus estudios para que termine teología y pueda ordenarse como sacerdote.
Ahora sabemos, gracias al diario El País de Madrid que entrevistó a Lima en el Paraguay, que él fue expulsado porque denunció los abusos sexuales de Alfonso Pedrajas y otros dos curas más (Tuco y Luis Tó).
Lima fue electo en 2006 como asambleísta constituyente en las listas del MAS. Seis años después pidió asilo político a Paraguay, país en el que vive con su esposa y sus tres hijos. Los motivos de su fuga no fueron precisos. En ese momento él dijo que era porque pensaba distinto del gobierno de Evo Morales.
Lima fue electo en 2006 por el departamento de Cochabamba, lugar en el que se produjeron los vejámenes a 85 menores entre 1972 y 1989.
La declaración de Lima escala la gravedad de las denuncias. Es la base para afirmar que la Compañía de Jesús no sólo se desinteresó por la acción depredadora de Pedrajas, sino que participó activamente en su encubrimiento. Esta conducta se habría dado desde 2001.
Columnas de LA H PARLANTE